El defensa Federico Gatti logró empatar para Juventus en el minuto 97 (1-1) la ida de las semifinales de la Europa League que disputó este jueves en Turín ante el Sevilla, un equipo que acarició la victoria tras una gran primera parte y controlar en la segunda.
El conjunto español marcó en la primera parte por medio del marroquí Youssef En-Nesyri y pudo lograr alguno más en este período ante un rival perdido, mientras que en la segunda no pasó por demasiados apuros, aunque en la última jugada del partido, en un córner que lo sevillistas protestaron que no se debía haber ejecutado porque estaba ya fuera de los seis minutos que dio el árbitro, llegó el empate que deja la eliminatoria abierta.
No salió el equipo locatario con la intención de arroyar, más bien pareció que buscó que el andaluz adelantara líneas para que se crearan espacios para sorprender, como lo intentó serbio Filip Kostic o después con la aparición de Ángel Di María y Dusan Vlahovic.
Pero eso también le dio opciones al Sevilla, que buscó el área rival con juego aéreo y ahí el primero que apareció en dos ocasiones ante el meta polaco Wojciech Szczesny fue el argentino Lucas Ocampos y en una tercera con el pie, la de más peligro.
Aunque el que inauguró el marcador en su primer remate fue En-Nesyri, quien culminó una contra de Ocampos poco antes de que se llegara a la media hora y así sumó su decimoctavo tanto en lo que va de temporada entre todas las competiciones.
Allegri no lo vio nada claro y desde el comienzo de la segunda parte dio ingreso al joven inglés Samuel Iling-Junior y a Federico Chiesa para dar otro ritmo al ataque, lo que hizo reaccionar a la escuadra bianconeri en el intento de hacerse dueña de la situación.
Fue Iling-Junior el que remató a los 63 minutos por primera vez entre los tres palos para el equipo local, pero el marroquí Yassine Bono, que volvía al arco después de ser suplente del serbio Marko Dmitrovic en LaLiga, no tuvo problemas para detener el balón.
El técnico italiano agotó los cinco cambios a los setenta minutos, con la salida del terreno de Di María y la entrada del francés Paul Pogba, con lo que hubo mas fuerza en el centro del campo local, pero los minutos pasaron sin que la Juve tradujera su dominio territorial en otro que verdaderamente inquietaran a los sevillistas, que se conformaron con controlar.
El plan de los de Mendilibar se fue al traste en la última jornada del partido, con el remate de cabeza de Gatti ya con el tiempo cumplió y ante la alegría de los locales y la desesperación de los visitantes.
En un partido con aroma especial por el reencuentro entre José Mourinho y Xabi Alonso, fue el profesor el que ganó la primera partida de estas semifinales de Europa League entre Roma y Bayer Leverkusen (1-0) al alumno, que colocan al combinado italiano con ventaja para una vuelta en la que todavía está todo por decidir.
Salió muy intenso el conjunto alemán en el Olímpico de Roma, con dos acercamientos que, si bien no terminaron el ocasiones de peligro, pusieron sobre aviso al Roma, un equipo que pese a todo sabe explotar al máximo sus virtudes y minimizar las del rival.
Por eso cuando el árbitro señaló una falta en zona de nadie, el Olímpico celebró, consciente de que en los momentos complicados el balón parado es su mejor aliado. Y de ahí llegó la mejor ocasión de la primera mitad, la que cambió el partido e inclinó la balanza en favor del combinado giallorosso. Sirvió Pellegrini, remató Ibáñez y tuvo que salvar in extremis Kradecky, dejando el balón muerto en una zona en la que no pudo llegar Abraham.
Desde esa ocasión, Roma fue más y en la segunda mitad se confirmó la tendencia con la que había acabado el primer acto. Mucho más vertical que en el inicio, la Loba empezó a percutir. Spinazzola, bien cubierto siempre por Frimpong, consiguió desbordar y Belotti y Abraham empezaron a carburar.
Otro balón parado volvió a asustar a los de Alonso, pero el partido lo iba a desbloquear el juvenil Edoardo Bove, al que Mourinho siempre le ha dado su confianza y que es muy querido por su hinchada. Recuperó el balón cerca de la frontal del área, cedió para Abraham dentro del área, pero el ariete tuvo que devolver el balón a su compañero, que desató la locura en Roma en el minuto 63, acercando la que sería la segunda final europea consecutiva.
Pidió Mourinho un esfuerzo a todos sus jugadores en cada balón. Más implicado que des costumbre desde el banco, no quería que el Leverkusen, que demostraba calidad en cada posesión cercana al área, perforara la puerta de Rui Patricio, sabedor de que viajar a Alemania sin encajar era casi como marcar otro gol.
Lo consiguió, pero no sin susto en los compases finales. El que provocaron Ibáñez y Rui Patricio al chocarse y dejar suelto el balón en el área que Frimpong no supo aprovechar. Pero nada pudo derribar el muro giallorosso. Abraham se dejó los pulmones en cada carrera. Dybala y Wijnaldum aportaron frescura en la presión, y Cristante jugó como si llevara toda su carrera de central.