La final de la Eurocopa 2020 entre Inglaterra e Italia en Wembley tardó apenas un par de minutos en encontrar un motivo para meterse en la historia. El tempranero gol del combinado británico pasó a ser el más rápido en la historia de las finales.
La Nazionale Azzurra salió a presionar y el combinado británico salió rápido con Harry Kane bajando unos cuantos metros hasta su campo y llevando la pelota al sector derecho, donde Kieran Trippier encontró campo fértil para subir.
Después de que el equipo de Gareth Southgate llevara su juego al sector derecho para generar el espacio ciego por la izquierda, llegó el centro cruzado de Trippier para que Luke Shaw conectara un perfecto zurdazo de sobrepique entrando solo por el segundo palo.
Pasó apenas un minuto y 57 segundos de juego hasta que estallaron las gargantas en Wembley. El anterior gol más rápido en la historia de las finales fue del español Chus Pereda a los 5’17’’ del encuentro que España le ganó a Unión Soviética 2-1 en 1964 en el Bernabéu.