El beso en la boca del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, a la jugadora Jennifer Hermoso, generó una fuerte polémica en redes sociales de la que se hacen eco numerosos medios internacionales, con críticas hacia una acción que algunos representantes políticos en España califican de “violencia sexual”.

Rubiales dio este domingo un beso en la boca a la futbolista tras agarrarla por la cabeza, durante la entrega de medallas tras proclamarse la selección española campeona del mundo de fútbol femenino por primera vez al imponerse por 1-0 a Inglaterra en Sídney, Australia.

“No me ha gustado”, manifestó la jugadora en el vestuario a través de Instagram, aunque posteriormente mediante unas declaraciones difundidas por la RFEF manifestó que fue “un gesto de amistad y gratitud”, algo “totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial”.

Rubiales, a través un video en redes sociales en el que destacó el logro, manifestó: “Pero también hay un hecho que tengo que lamentar y es todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde, pues seguramente, me he equivocado. Lo tengo que reconocer, porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió, de manera muy espontánea, sin mala fe por ninguna de las dos partes”.

“A partir de ahí, aquí no se entendía. Lo veíamos algo natural, normal, y para nada con ninguna mala fe. Pero fuera parece que se ha formado un revuelo. Desde luego, si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra”, añadió


“Si hay gente que se ha sentido por eso dañada, tengo que disculparme”, manifestó, “y aprender” para tener “más cuidado” en un futuro, al mostrarse “apenado” porque el mayor éxito en la historia del fútbol femenino español se vea “empañado” por esta polémica.

Asimismo, añade que en unas declaraciones suyas efectuadas anoche dijo que el caso le parecía “una idiotez por eso, porque dentro de la selección nadie le daba la más mínima importancia, pero fuera sí que se lo han dado”. “También quiero disculparme ante estas personas, porque entiendo que si desde fuera se ha visto de otra manera seguramente tendrán sus motivos”, asevera.

Medios como el británico The Guardian, los estadounidenses The New York Times y Forbes, los franceses LÈquipe y France 24 y CNN recogen la polémica.

Políticas no se callan

La ministra española de Igualdad en funciones, Irene Montero, advirtió en la red social X: “No demos por hecho que dar un beso sin consentimiento es algo ‘que pasa’. Es una forma de violencia sexual”.

“Lo que todas pensamos, si hacen eso con toda España mirando, qué no harán en privado. La violencia sexual contra las mujeres tiene que terminar”, denunció en la misma red social la ministra española de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra.

El ministro español de Deporte en funciones, Miquel Iceta, en declaraciones a la emisora estatal RNE, consideró “inaceptable” la acción del presidente, quien “lo primero que ha de hacer es dar explicaciones y presentar excusas”.

El protocolo de actuación frente a la violencia sexual de la RFEF establece que contactos físicos como “atraer con el brazo con el intento de besarles” o “besar a la fuerza” deben ser considerados “situaciones, actitudes y comportamientos relacionados con la violencia sexual”.

“Estas conductas son inaceptables y conllevarán consecuencias inmediatas”, señala el texto, que no detalla cuáles son esas medidas ni cómo se determina si la acción se ha cometido “a la fuerza”. En España hay sentencias que consideran un beso en la boca como una agresión sexual, aún sin violencia, si la víctima declara no haberlo consentido.

María del Prado Escoda, de la asociación española de Juezas y Jueces por la Democracia, declaró a EFE que en este caso existe además otra dimensión: “el beso lo está dando una persona en una posición de superioridad laboral con respecto a la otra”, por lo que “no solo es violencia sexual, también es una violencia y un abuso de poder”.

EFE / FútbolUy