Real Madrid plasmó la superioridad que podía esperarse antes del partido y cumplió con su trámite de la novena fecha como local al vencer al modesto Éibar, que está un punto por arriba de la zona de descenso.
En todo momento dejó la sensación de estar jugando a media máquina el conjunto de Zinedine Zidane, que tras lucir aletargado en el primer cuarto de hora se adelantó en el score a los 18’ en su primera llegada clara sin siquiera rematar al arco.
Marcos Asensio mandó un centro con rosca desde la derecha, Sergio Ramos saltó a cabecear y quien impactó el balón fue el defensor rival Paulo Oliveira, pero hacia su propio arco. El fallido intento de despeje del zaguero portugués terminó en autogol.
Diez minutos después cayó el 2-0; Asensio, que otra vez fue figura, recibió un centro bajo de Isco desde la izquierda y conectó un zurdazo rasante y con más precisión que potencia. El balón pasó entre las piernas de un defensor y el arquero Dmitrovic lo miró entrar.
Más allá de alguna esporádica aproximación del Éibar, el trámite fue todo merengue. En la primera jugada clara del complemento no pudo Isco, que recibió un gran pase profundo de Asensio y al quedar cara a cara con Dmitrovic no pudo con el arquero.
Cristiano Ronaldo buscó el suyo y tampoco pudo. A un día de presentarse a la ceremonia de The Best y probablemente recibir el premio al mejor futbolista del año, se quedó con las ganas de celebrar un nuevo tanto, aunque tampoco lo necesitó el Real Madrid.
Ya con el pleito liquidado, entró el brasileño Marcelo desde la banca, esta vez jugando como volante por izquierda, y selló el score con un zurdazo bajo a los 82’. Así, el Madrid sumó su cuarta victoria al hilo y ya está tercero a cinco puntos del líder Barcelona.
La etapa se cerrará el lunes con dos partidos; a las 15 Real Sociedad recibirá al Espanyol y a las 16 el Girona de Cristhian Stuani visitará al Deportivo La Coruña de Federico Valverde.