En horario atípico y con varios titulares descansando para la revancha de la Champions League ante el Wolfsburgo, Real Madrid no tuvo inconvenientes para golear 4-0 de local al Éibar, un equipo que sorprendió en el comienzo de la temporada y que deambula en la parte media de la tabla, lejos de la lucha por la clasificación a las copas europeas y ya alejado de la pelea por mantenerse en Primera División.
Con Marcelo, Kroos, Danilo y Bale entre los suplentes, Sergio Ramos ausente por suspensión y Modric y Benzema fuera de la convocatoria, el equipo de Zinedine Zidane marcó los cuatro tantos en el primer tiempo. James Rodríguez abrió el score de tiro libre a los 5’, Lucas Vázquez aumentó a los 18’ tras pase de Cristiano Ronaldo, autor del 3-0 un minuto después, y Jesé cerró la goleada a los 39, también luego de una asistencia de CR7.
El crack portugués que tiene el Real Madrid fue de los pocos habituales titulares en la formación inicial, y el objetivo parece ser claro; todavía no se perdió un solo minuto del torneo y aspira a jugarlos todos, más aun siendo el máximo goleador del certamen con 30 tantos. Luis Suárez, ausente en el Barcelona frente a Real Sociedad por acumulación de amonestaciones, es su máximo perseguidor con 26.
Real Madrid quedó tercero con 72 puntos, cuatro menos que el Barcelona y uno menos que el Atlético de Madrid, que sigue luchando por el título gracias a su victoria 3-1 sobre el Espanyol a domicilio.
El equipo colchonero se hizo fuerte de visitante tras empezar perdiendo a los 29’ por un cabezazo del senegalés Papakouli Diop a la salida de un tiro de esquina. Seis minutos después Fernando Torres selló el 1-1 al descanso tras un notable pase de Koke a espalda de los centrales.
Los rojiblancos, que contaron con Diego Godín los 90 minutos, fueron superiores en la etapa complementaria y liquidaron el pleito. Antoine Griezmann dio vuelta el score a los 58’ tras una notable combinación entre Torres y Koke, justamente los protagonistas del tercer tanto a los 89’. Ya jugando al contragolpe, el Niño desbordó por derecha y Koke puso la cabeza para sentenciar el encuentro.