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Real Madrid empató 2-2 ante el Celta de Vigo. El merengue se aseguró seguir en lo más alto de la Liga Española, pero tan solo por un punto encima del Barcelona. Por eso tiene un gusto amargo. Cabe destacar que Federico Valverde completó los 90 minutos en el local, mientras que en el conjunto gallego disputó todo el juego el lateral izquierdo Lucas Olaza.
En los primeros minutos del juego se mostró un Celta que no salió a resguardarse en el fondo. Si bien el Real Madrid tenía la pelota, se pudo ver un conjunto gallego que cada vez que agarró el balón trató de inquietar.
A los siete minutos el Celta de Vigo abrió el marcador. Iago Aspas recibió la pelota cerca de la mitad de la cancha, levantó la cabeza y realizó un excelente pase, que pasó entre los dos zagueros del Real Madrid, para que el ruso Fyodor Smolov enfrentara al arquero belga Thibaut Courtois y pusiera el 1-0.
Real Madrid sacó e intentó meter contra un arco a Celta de Vigo. Sin embargo, careció de algo que es fundamental: el pase final. Tuvo la pelota aunque no fue profundo y, por lo tanto, no inquietó al portero Rubén Blanco.
Con el transcurso de los minutos emergió la figura del belga Eden Hazard, quien fue el futbolista más lucido a la hora de tomar decisiones ya sea para asistir a un compañero o encarar a un adversario.
Al merengue le costó penetrar la defensa del Celta. A todo esto, Casemiro optó por una herramienta más directa: rematar desde afuera del área. Lo hizo a los 17' y la pelota pasó muy cerca del ángulo derecho del arco de Rubén Blanco.
Por muchos momentos Celta de Vigo no podía salir de los acechos ofensivos del Real Madrid. No obstante, en un par de oportunidades, el conjunto gallego pasó el medio campo y entre Iago Aspas y Rafinha le generaron varios dolores de cabeza a la defensa del merengue. Tuvieron un gran problema: la pelota casi siempre fue propiedad del local y, de esta forma, muy pocas veces se buscaron.
La mejor jugada colectiva del Real Madrid se dio a los 40'. El francés Karim Benzema aguantó la pelota cerca del sector izquierdo y se la tocó rápido para la subida de Hazard, quien tiró un centro rastrero para que alguien la mandara adentro del arco, pero el galés Gareth Bale la tiró afuera.
Sobre el final del primer tiempo Celta de Vigo pudo marcar el segundo. Tras un tiro de esquina de Lucas Olaza, Kevin Vázquez cabeceó la pelota y Courtois, en una gran atajada, salvó al conjunto que dirige el francés Zinedine Zidane.
De esta manera, terminó la primera parte. Si bien el Real Madrid no llevó a cabo un gran juego, no mereció irse abajo en el marcador.
De locos
En la segunda parte Real Madrid salió con la misma fuerza para buscar el empate. Tal es así que a los 48', tras un centro de Bale, apareció Sergio Ramos para mandarla guardar. Aunque el tanto fue anulado a instancias del VAR porque el zaguero estaba adelantado.
La igualdad no se demoró. En una jugada que la arrancó Hazard por el sector derecho, pasó por Casemiro, se la dio a Benzema que esperó la trepada de Marcelo para que le brasileño tirara el pase al medio y Toni Kroos marcó el 1-1 a los 52'.
El partido pasó a jugarse a voluntad y deseo del Real Madrid. Celta de Vigo solo hacía dos cosas: defenderse muy cerca de Rubén Blanco y cada vez que agarraba la pelota la reboleaba. Todo esto favorecía al juego del local que lo tenía arrinconado en su área al conjunto gallego.
Cada vez que se juntaban Benzema y Hazard ocurrían los mejores momentos futbolísticos del Real Madrid. De esta forma, el francés le dio un buen pase para que el belga se metiera en el área del Celta de Vigo y Rubén Blanco lo bajó. El árbitro Javier Alberola cobró penal. Sergio Ramos lo ejecutó y puso el 2-1. Los locales dieron vuelta la historia y era muy merecido.
Celta entendió que debía atacar y el estandarte para hacerlo fue Rafinha. En dos trepadas del brasileño provocó las amarillas para Bale y Dani Caravajal. ¿El problema? Es que no tenía a nadie que lo acompañara.
El entrenador del conjunto gallego, Oscar García, metió mano en el equipo: mandó a la cancha a Denis Suárez y Santi Mina que fueron claves. ¿Por qué fueron importantes? En una misma jugada se juntaron Rafinha con el exjugador del Barcelona, quien metió un estupendo pase a Mina para que anotara el 2-2 a los 85'. Estupor en el Santiago Bernabeu. En la primera buena jugada del Celta de Vigo en el complemento llegó al empate.
De esta manera, el Real Madrid no pudo vencer a un equipo que pelea por no descender a la segunda categoría del fútbol español. ¿Lo bueno? Sigue en la cima del campeonato y mantiene su invicto como local.
Otro partido que tuvo participación uruguaya fue el empate 2-2 entre el Sevilla y el Espanyol. En el conjunto catalán jugó todo el partido Leandro Cabrera.
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