Real Madrid, con Federico Valverde como titular, no pasó del empate 1-1 ante el Real Betis este sábado en el estadio Benito Villamarín, con lo que pone en peligro el liderato, a la espera de lo que haga el Girona este domingo en su visita al Barcelona.
El Merengue afrontó la defensa del liderato en esta jornada 16 con la ya recurrente plaga de lesiones, con hasta siete bajas al sumarse Dani Carvajal esta semana a las de Thibaut Courtois, Eder Militao, Aurélien Tchoauméni, Eduardo Camavinga, Vinícius Junior y Arda Güler.
El brasileño Rodrygo fue el primero que quiso mostrar que atraviesa un gran estado de forma y sus incursiones por la izquierda fueron un quebradero de cabeza para Aitor Ruibal, hasta el punto de reclamar que el bético le hizo penal a los 9 minutos, lo que no consideró el árbitro.
Rebasado el cuarto de hora, otra jugada de Rodrygo acabó en un gol de Brahim Díaz, pero fue anulado por un fuera de juego previo del delantero brasileño, aunque para entonces el conjunto de Ancelotti sí había decantado el juego a su favor.
Fue Isco el que salió al rescate del Betis y, en el momento que tuvo contacto con el balón, dio juego a los suyos para que Ayoze Pérez hiciera trabajar al meta ucraniano Andry Lunin y que el brasileño Willian José, que cumplía este sábado un centenar de partidos como verdiblanco, rematara ajustado a un poste.
Eso animó a la formación sevillana, pero la madrileña no cejó en intentarlo hasta el descanso con la movilidad de Luka Modric, aunque también en ese tramo con menos participación de Rodrygo y un intermitente Bellingham.
La segunda parte se inició con el susto que Isco le dio a Lunin tras un buen pase de Ayoze, pero la réplica llegó muy poco después, a los ocho minutos de la reanudación. Un gran pase al hueco de Brahim no lo desaprovechó Bellingham para poner el 0-1 y confirmar que es la gran sensación de esta temporada con su facilidad para marcar.
El Betis no tuvo mas remedio que dar un paso adelante y meterle velocidad a su juego, algo que le dio resultado con un zapatazo de Aitor Ruibal desde fuera del área, un gol que llegó trece minutos después del madridista y que abrió un nuevo partido.
En la fase final del choque, los locales redoblaron su confianza en no salir de vacío del Villamarín y losValverdeRealMadrid visitantes no estuvieron tan fluidos para hacer daño, por lo que el marcador ya no se movió, aunque un remate de Isco en el minuto noventa acabó con el balón repelido por un poste.