Real Madrid tenía una parada difícil a pesar de jugar en el Santiago Bernabéu. El equipo de Carlo Ancelotti debía recibir al siempre complicado Valencia, que ha sabido amargar muchas fiestas.

Y así fue. En 26’ el equipo de Mestalla ya ganaba 2-0 y los hinchas visitantes se retorcían de alegría, porque no sólo ganaban sino porque también le sacaban casi todas las posibilidades de salir campeones al Madrid.

Es que, dos horas antes a este encuentro, el Barcelona había vencido a la Real Sociedad y había estirado su ventaja sobre los merengues a cinco puntos. Esa derrota de los blancos suponía que, a falta de dos fechas para el final, el equipo blaugrana tuviera más de media Liga en el bolsillo.

Francisco Alcacer a los 20’ y Javi Fuego, seis minutos después, fueron los anotadores de los tantos de los visitantes. Esos goles que dejaron a las 80.000 personas que colmaron la Casa Blanca en silencio.

Sobre el final del primer tiempo hubo un penal a favor de los locales. Cristiano Ronaldo se dispuso a patearlo, pero el arquero del Valencia lo tapó. Diego Alves le adivinó la intención al portugués, que había rematado cruzado, abajo y a su izquierda.

El primer tiempo se fue y la ilusión de ganar el encuentro parecía esfumarse. A los 56’ otro oriundo de Portugal fue protagonista. Pepe materializó el vendaval merengue que vino después de comenzada la segunda mitad, y anotó el descuento. Se venían.

Los minutos pasaban, y el gol del empate no llegaba. Allá, por los 84’ Isco culminó una jugada y colocó la igualdad. Quedaban cinco minutos y los descuentos, pero el tanto de la victoria no terminó de aparecer.

Con este resultado, los merengues quedaron a cuatro unidades del Barcelona, quien de ganar la próxima fecha se coronará campeón de la Liga de España.