Atlético Madrid visitó al Athletic Club en San Mamés y contó con la presencia durante los 90 minutos de José María Giménez, para colocarse terceros en la tabla de posiciones con 19 puntos, a teres de los líderes.
El partido comenzó movido. Ernesto Valverde salió con lo esperado y Diego Simeone apostaba por línea de cuatro en lugar de los tres centrales habituales de los últimos tiempos.
Con esa disposición, el Atlético protagonizó la primera llegada peligrosa, un centro de Koke, que le ganó la espalda a la defensa local, sobre Morata que cortó Lekue para evitar el 0-1. La jugada la inició Lemar desde la banda izquierda.
Respondió el Athletic con un centro peligroso desde la derecha de De Marcos y un cabezazo de Iñaki Williams en el que el '9' del Athletic demostró una vez más que no es un ariete al uso.
Aunque la jugada más controvertida del arranque fue la que acabó en gol de Morata tras deshacerse en la carrera de Yeray. Inicialmente, el Figueroa Vázquez dio el gol pero, tras revisarla en el monitor a instancias del VAR, decretó falta de Morata. La duda, más que sobre el derribo, que pareció claro, estaba más en la intencionalidad del ariete visitante.
Enfadó mucho esa decisión a los atléticos, lo que le costó una amarilla a Simeone, y el partido, aún casi siempre a un ritmo frenético, se calmó en cuanto a la peligrosidad de las jugadas. Que ya apenas hubo hasta el descanso. Tres disparos sin filo de los locales, uno de Berenguer y dos de Sancet.
No debieron quedar descontentos los entrenadores de la primera mitad, ya que repitieron onces tras el descanso. Nada más arrancar la segunda mitad, el Atlético asestó un golpe que, visto como fue el primer tiempo, se tornaba decisivo: el primer gol del partidos.
De Paul, escorado y casi desde el centro del campo encontró a Morata al borde del área y el ariete a Griezmann para que, sorprendentemente solo, batiese con enorme facilidad a un Unai Simón batido y esperando el remate del francés, suave y a colocar, hacia el otro palo.
Se hizo el Atlético dueño el partido y a punto estuvo Griezmann de lograr el 0-2. Pero esta vez no logró embocar entre los tres palos la volea que empaló a centro desde la derecha de Molina.
Fue final de un tramo en el que Kondogbia desde la frontal y un error en la salida de balón de De Marcos tambalearon al Athletic. Lo que paró a los visitantes fue la lesión de Oblak, que estuvo dos veces varios minutos en el suelo y tuvo que ser sustituido en el minuto 69 por una lesión en un hombro.
En el minuto 88 pudieron cambiar las cosas con un penal pitado por mano de Reinildo, que el VAR demostró que no era, ya que el mozambiqueño había despejado con la cara el segundo de los balones que rechazó en una jugada con tres remates bilbaínos.
El segundo de Zarraga y el tercero de Vivian, en el que inicialmente se pitó el penalti. El primero fue de Íñigo Martínez, a saque de córner de Lekue, y lo despejó en una gran intervención Grbic.
Y aún tuvo una última oportunidad el Athletic, tras un sutil toque de Villalibre sobre Berenguer. Pero Raúl García también se encontró encontró con Reinildo, un gigante en la defensa colchonera, en un remate claramente destinado al 1-1. No lo hizo y el Atlético arrebató la tercera plaza al Athletic.