Atlético de Madrid cerró una gran campaña en La Liga de España siendo segundo con 79 puntos, tres más que el Real Madrid. No tuvo un broche de oro en la última etapa ya que empató 2-2 con Éibar como local, pero poco le importó. Torres se despidió a lo grande.

Kike sorprendió al poner en ventaja a los visitantes a los 35’, cuando definió cruzado y de zurda arrojándose al piso ante la salida del meta Jan Oblak a pase de Joan Jordán.

El 0-1 duró apenas siete minutos, ya que a los 42’ empató Fernando Torres. Saúl Ñíguez buscó a Ángel Correa en largo, el argentino picó al vacío y con tiempo y espacio, cuando quedó de cara con el arquero Dmitrovic, asistió al Niño, que tocó al arco libre.

El propio Torres puso el 2-1 a los 60’ con un pique fulminante aprovechando una gran habilitación de Diego Costa. La gran definición del delantero de 34 años significó su 129.º tanto oficial en 404 partidos con la casaca del club de sus amores.

La fiesta no fue completa porque a los 63’ vio su segunda amonestación Lucas Hernández en el local. Diego Simeone mandó a la cancha a José María Giménez poco después, pero a los 70’ empató Rubén Peña con un imponente derechazo de afuera del área.

Diego Godín vio el partido desde el banco y se acercó a la tribuna a pedir aplausos para Antoine Griezmann, quien ingresó a los 59’ en lugar de Koke en medio de una silbatina. Los fanáticos creen que ya tiene todo acordado para continuar su carrera en el Barcelona.

Tras el partido se desplegó un mosaico en homenaje a Torres con la inscripción “De niño a leyenda”.