Barcelona se tomó revancha del Athletic Bilbao y lo hizo en San Mamés, ese escenario del que se fue humillado el pasado 14 de agosto cuando cayó 4-0 en la primera final de la Supercopa de España. Tres días más tarde no pudo cambiar la historia en el Camp Nou, donde igualó 1-1, pero este domingo tuvo su merecido desquite llevándose tres puntos en su debut por la Liga de España.
El conjunto de Luis Enrique no jugó un gran encuentro, más allá de que tampoco sufrió atrás. Apenas un tibio cabezazo de Aduriz amagó con inquietarlo, pero ni eso lo puso en aprietos en la primera mitad. Sólo la salida por lesión de Dani Alves a los 19’ preocupó a Luis Enrique, aunque su sustituto hizo un gran encuentro. El canterano Sergi Roberto entró frío al cotejo pero se adaptó rápido y clausuró su sector.
Sin poder desplegar su habitual caudal ofensivo, el Barça dispuso de un penal. Suárez le ganó la posición al zaguero Elustondo, que falló en el cálculo ante un envío largo y luego trabó la pelota abajo ante el 9 culé. El uruguayo simuló, el árbitro compró y Messi asumió la pena máxima, pero Iraizoz hizo justicia. El arquero vasco se estiró abajo sobre su caño derecho y desvió el disparo del argentino a los 31’.
Apenas tres minutos después volvió a agigantarse Iraizoz para evitar un gol de Suárez, que definió mordido a la carrera ante un pase de Sergi Roberto. Poco más pasó en una primera parte monótona que poco tuvo que ver con lo emotivo que protagonizaron ambos en la Supercopa de España.
Recién a los 9’ de la segunda etapa se abrió el trámite. Iniesta lanzó un pase larguísimo, cruzado y milimétrico para la llegada por izquierda de Jordi Alba, quien picó a fondo y mandó el balón de primera al borde del área chica; en zona caliente apareció Suárez, llamativamente solo, para llenarse el empeine zurdo de gol e inflar la red. Ni dejó picar el esférico el salteño, que desniveló en un encuentro complicado.
Suárez fue amonestado 20 minutos después del gol por una discusión con el defensor Gurpegui. A esa altura ya estaba afuera Busquets, sentido como Dani Alves, y por él entró Bartra. Luis Enrique mandó a Mascherano al mediocampo y desde allí el Barça ya no atacó tanto, más allá de que había acariciado el 2-0 a los 59’ por un potente derechazo de Sergi Roberto que reventó el travesaño.
Athletic Bilbao, con más fuerza que juego, se fue arriba en los minutos finales y buscó la igualdad, pero no hubo batacazo. Barcelona se llevó tres valiosos puntos de un campo siempre difícil e inició con buen pie la defensa de su título.
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