Barcelona hizo los deberes y ganó 4-1 en su visita al Granada, por lo que se mantiene a dos puntos del Real Madrid con un partido más jugado y un clásico por delante. Aún sin el suspendido Messi, el conjunto de Luis Enrique fue superior y no pasó mayores sobresaltos.
Tras unos primeros 20 minutos parejos y con escasas llegadas, el equipo culé asumió la iniciativa desde que un remate de Luis Suárez dio en el travesaño a los 24’. Fue una sutileza del salteño que mereció ser gol. En el rebote convirtió Neymar pero no valió porque estaba en offside.
Poco después volvió a inquietar el 9 culé con un bombazo de la medialuna que tapó el arquero Guillermo Ochoa. El mexicano volvió a agigantarse para evitar el tanto en el rebote, luego de una notable devolución al medio de Paco Alcácer.
A los 34’ otra vez apareció Suárez, que volvió a perder con el arquero. Cuando estaba rematando lo sujetaba el zaguero Lombán, pero el árbitro no sancionó el penal.
Estaba al caer el 0-1 y cayó a los 44’ con una exquisita definición del uruguayo por encima de Ochoa, capitalizando un pase largo y profundo de Jordi Alba a espalda de Gastón Silva.
El segundo tiempo arrancó con Ochoa tapándole a Alcácer lo que pudo haber sido 0-2, y casi de inmediato empató el local. Saunier habilitó a Jeremie Boga en profundidad y el francés picó entre Mathieu y Jordi Alba, quedó de cara con Ter Stegen y definió cruzado contra un palo.
El sorpresivo 1-1 a los 50’ fue un sacudón para el Barcelona, que salió de la modorra y recuperó la ventaja 14 minutos después. Suárez, cometiendo falta sobre su marcador, inventó una notable habilitación para Alcácer y su compañero definió a la red.
Luego controló el trámite el elenco culé, que se vio favorecido por la expulsión de Agbo a los 82’ por doble amonestación. Un minuto después liquidó el pleito Rakitic con un derechazo cruzado que se desvió en un defensor, y a los 91’ selló el score Neymar