Una jornada emotiva se vivió este domingo en el Camp Nou, donde los puntos en juego no dolían para nadie. El partido, ganado 1-0 por Barcelona, fue una excusa para dar rienda suelta a las emociones. Xabi Prieto en filas visitantes jugó su último encuentro y Andrés Iniesta hizo lo propio en el cuadro culé, al que llegó hace 22 años siendo un niño de 12.

Philippe Coutinho marcó un golazo a los 57’ tras pase de Luis Suárez, que con esa habilitación llegó a 12 en el certamen e igualó a Lionel Messi y a Pablo Fornals, del Villarreal, en la tabla de asistencias.

Messi entró a los 67’ en lugar de Coutinho para tirar sus últimas paredes con el cerebro. Iniesta mostró que su calidad sigue intacta e hizo circular la pelota como en las mejores épocas del Barça de Guardiola hasta el minuto 81’, cuando fue sustituido por Paco Alcácer.

El capitán se emocionó y entre lágrimas saludó a su público, el mismo que antes del partido le dedicó un mosaico con un 8 invertido; la eternidad. Luego hubo plaquetas para él y para Xabi Prieto, aplausos y lágrimas dentro y fuera de la cancha. También hubo tiempo para los festejos por una nueva Liga de España, que se había ganado hace ya varias fechas.