Barcelona derrotó al Espanyol 1-0 como local por la 14.ª fecha de La Liga de España, en lo que fue el debut de Xavi Hernández como nuevo entrenador. El triunfo en el derbi le permitió llegar a 20 puntos, ocho menos que los líderes Sevilla y Real Sociedad y tres más que su rival de turno, que contó con el uruguayo Leandro Cabrera los 90 minutos en cancha.

Con el riverense Ronald Araujo ya recuperado y en el banco de suplentes, el conjunto culé ejerció el dominio del trámite desde el primer minuto, pero la gran posesión de pelota que mostró no se tradujo en una gran cantidad de situaciones de peligro. El más claro fue el neerlandés Memphis Depay, pero se topó con el arquero Diego López en la primera etapa.

Espanyol no generó nada y se limitó a defenderse hasta que a los 48’ abrió el score el cuadro blaugrana con ayuda arbitral. El juez Carlos del Cerro Grande vio falta en un quite lícito del Lele Cabrera yendo al piso ante Depay en el área, por lo que pitó penal y desde el VAR no lo corrigieron. El propio Depay aprovechó la pena máxima y selló el 1-0.

Luego, con el resultado a favor y defendiéndose a partir de la tenencia de la pelota, Barcelona tuvo unos cuantos minutos de tranquilidad y hasta pudo aumentar en una gran jugada de Abdessamad Ezzalzouli que el joven marroquí definió por arriba del travesaño. Posteriormente lamentó las situaciones malogradas y terminó sufriendo.

Recién a los 81’ llevó peligro el cuadro periquito sobre el arco culé, cuando un tiro libre de Raúl de Tomás rozó el caño. Dos minutos más tarde, el belga Nany Dimata falló la ocasión más clara de su equipo en todo el partido, conectando un cabezazo desviado desde el borde del área chica y con todo el arco de frente. Luego, a los 85’, De Tomás metió un cabezazo en el vertical.

Con ese panorama, Xavi mandó a la cancha a Ronald Araujo para defender el resultado. Con sufrimiento, Barcelona se quedó con el derbi y volvió a sonreír.