El primer tiempo fue realmente parejo. Ambos equipos mostraron tener armas suficientes para lastimar a su rival. El Barcelona, con Messi y Pedro por las bandas, intentaron dañar la defensa liderada por Diego Godín, y bien secundada por José María Giménez.

Claudio Bravo fue la gran figura de los primeros 45’. El uruguayo Giménez peinó una pelota que vino mediante un centro, y el arquero chileno –volando hacia atrás- pudo quitar el balón al córner.

Messi tuvo la más clara para el conjunto culé en el PT. El argentino, mediante un tiro libre, pateó al arco y el esférico se estrelló contra el travesaño, y se fue al saque de arco. Los primeros 45’ fueron extremadamente parejos, y por eso no hubo adelantamientos en el marcador.

En la segunda mitad, el Barca se soltó un poco más y Messi continuó jugando a lo que sabe. Sobre los 65’ llegó el gol de la tranquilidad: el rosarino encaró y cuando encontró el milímetro perfecto disparó.

 

Con estos tres puntos y a pesar de la victoria del Real Madrid, el Barcelona liquidó la Liga de España con una fecha de anticipación. Una verdadera máquina que tuvo como ingrediente histórico al tridente sudamericano: Suárez, Neymar y Messi.

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