Barcelona no tuvo problemas para vencer 4-0 a Almería, un rival que está antepenúltimo y en zona de descenso en la Liga de España, por lo que mantuvo en cuatro puntos su renta sobre Real Madrid en lo más alto de la tabla de posiciones, ya que los merengues ganaron en su visita al Rayo Vallecano.

Consciente de la superioridad sobre su rival, Luis Enrique ordenó seis cambios en la formación inicial teniendo en cuenta que se le vienen visitas al Sevilla y PSG, y luego Valencia y nuevamente PSG en el Camp Nou. Los nombres no modificaron las formas de este Barça, que desde el comienzo salió a atacar con pelota por bajo y abriendo la cancha.

Le costó al principio al elenco culé, que se encontró con un adversario muy cerrado atrás y al que no le pudo crear demasiadas ocasiones. Además, de contragolpe casi se pone 0-1 por un derechazo de Wellington Silva que se fue apenas desviado sobre los 14’.

Messi y Suárez celebran el primer gol. Foto: EFE l Toni Albir

El dominio territorial y de balón del Barça recién tuvo su premio a los 34’, cuando Messi recibió suelto por derecha sobre la banda, enfiló hacia el medio, se sacó un hombre de encima, pisó el área y cruzó un zurdazo con chanfle perfecto al segundo palo para el 1-0 con el que se fueron al entretiempo.

El segundo tiempo arrancó con la misma supremacía blaugrana y el 2-0 llegó a los 10’ gracias a Suárez. El uruguayo se metió en el área por derecha, enganchó hacia adentro con su botín más hábil y definió notablemente con el zurdo a un ángulo.

A esa altura ya se sabía liquidado el partido, por lo que de allí en adelante controló el trámite y reguló energías Barcelona, que a los 75’ logró el 3-0 por una acción a balón parado con gran centro de Xavi y mejor cabezazo de Bartra.

Por último, Suárez cerró la goleada tras una gran habilitación de Pedro en la última jugada del partido.

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