Cinco minutos después de haber concedido el 1-1, cuando las dudas sobrevolaban al Atlético Madrid más allá de la hora de partido, surgió Memphis Depay con un golazo desde 25 metros, un derechazo imparable al ángulo que calmó la rebelión del Granada y relanzó la victoria del conjunto de Diego Simeone, con el miedo en el cuerpo por momentos, atrincherado al final, con una atajada de Jan Oblak a Myrto Uzuni y con la sentencia de Llorente (3-1).
Se avecina una buena competencia con Álvaro Morata, que nunca desiste. Reclutado para el once por Simeone, ganador inicial en la competencia directa por la titularidad con Memphis, el atacante acaparó cada ocasión de la primera parte, cierto que contadas, esporádicas, hasta que marcó el gol que rompió el encuentro, frenado hasta entonces por el plan del Granada, que contuvo durante casi todo el primer tiempo al bloque local hasta que cometió un error.
Así fue casi siempre. Hubo excepciones, todas con el atacante internacional español. En los primeros instantes, en la primera oportunidad, una bonita triangulación colectiva (única en todo el primer acto) que terminó con el remate de Morata a dos metros del gol contra el portero Andre Ferreira; después, cuando no alcanzó a cabecear un centro desde la izquierda; y, finalmente, en la penúltima jugada del primer tiempo, cuando topó con el gol.
Azpilicueta, el único cortocircuito recurrente para el Granada con sus arrancadas (una con tiro incluido ya en el segundo tiempo), la colgó a la olla, pero su centro lo hizo bueno el despropósito con el hombro de Vallejo. Su despeje (o rebote) dejó solo a Morata en una posición inmejorable, solo, con la pelota controlada, de frente al arco y al golero, al que batió raso con la derecha. De no haber tocado en Vallejo, habría sido fuera de juego.
Uno es João Félix, que calentó banco. Abroncado por el público, cuando sonó su nombre por la megafonía del estadio, su entrada en la convocatoria no alteró nada para él, porque ni jugó ni previsiblemente jugará mientras aguarda la oferta y el destino fuera del conjunto rojiblanco. Hay fecha tope: el 1º de setiembre. Si va a Arabia tiene más tiempo, hasta el día 24 de setiembre, aunque el Atlético necesita que salga antes para fichar.
Ya es pasado en el Atlético, intrascendente, tan hecho como está el equipo desde el tramo final de la pasada campaña, cuando él probó fortuna sin éxito en el Chelsea. Su figura ya es ajena al equipo de Diego Simeone. Está ahí, inscrito en LaLiga, ya recuperado de unas molestias, a disposición del entrenador, pero nadie cuenta con que vaya a jugar hasta que se vaya. Otra cosa es que termine el mercado sin ningún cobijo. Es improbable. Mientras tanto, Memphis Depay es definitivo en el Atlético.