Barcelona dio vuelta un partido complicadísimo en su visita al Almería, se mantuvo a dos puntos del Real Madrid en la Liga de España y cortó una racha de dos derrotas consecutivas en el torneo. Mucho tuvo que ver en esa reacción Luis Suárez, quien por primera vez no fue titular en el equipo de Luis Enrique desde que terminó su suspensión e ingresando desde la banca cumplió con su mejor encuentro. Le sigue faltando el gol, pero hoy fue clave.

Los culés arrancaron teniendo la iniciativa, tuvieron un cabezazo de Messi en el caño y controlaron la posesión del balón, pero en una jugada en la que el crack argentino perdió el balón cerca del área rival nació un contragolpe letal. En tres pases los locales cruzaron la cancha y pusieron en posición de gol al congoleño Thievy Bifouma, quien no se puso nervioso al quedar de cara con Claudio Bravo y definió con precisión a un costado, lejos del alcance del chileno.

Apostando al contragolpe complicó con su velocidad el dueño de casa, que controló los embates del conjunto catalán en la primera mitad. No así en la segunda, cuando Luis Enrique decidió dar ingreso a Neymar y Luis Suárez, a quienes mantuvo entre los relevos desde el comienzo seguramente para darles algo de descanso después de una seguidilla importante de partidos.

Los cambios tuvieron el efecto esperado por el entrenador y la remontada fue una realidad. Primero Suárez reventó el horizontal con una tijera después de un rebote a la salida de un tiro de esquina, cuando corrían 61 minutos, y a los 73’ nuevamente fue protagonista. El uruguayo recibió en el área por derecha, maniobró notablemente ante su marcador y tiró la pelota al medio, donde apareció Neymar para definir con suspenso a la red pese al intento de despeje de Ximo sobre la línea.

Poco después estuvo a punto de dar vuelta el score otra vez el goleador de la última Premier League, con una mediavuelta que pasó a centímetros del caño, y sobre los 82’ aportó una nueva asistencia para sellar el 2-1. Con tiempo y espacio picó Suárez por derecha, levantó la cabeza y vio entrar por el segundo palo a Jordi Alba, a quien le puso el balón en el lugar preciso para que el lateral convirtiera aun pifiando su disparo.

No brilló ni gustó el Barça, pero dio vuelta un partido que se le presentó complicado y lo hizo con una neuva figura: Luis Suárez, que sigue sin convertir pero hoy desniveló y fue factor fundamental.

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