Lucas Pérez y Oliver Burke revolucionaron al Deportivo Alavés en la segunda mitad del derbi ante el Eibar y dieron el triunfo por 2-1 al equipo vitoriano, sin opciones en la primera parte ante el conjunto armero, que dominó los primeros 45 minutos pero no pudo crear ocasiones.
Fabián Orellana acortó distancias y el Eibar apretó al final, pero el equipo babazorro se hizo con los tres puntos.
El encuentro arrancó sin grandes alardes. Los dos entrenadores apostaron por colocar a un solo hombre como referencia ofensiva y contar con más jugadores en la segunda línea de ataque con la intención de hacerse con los rechaces de los numerosos duelos que se sucedieron.
Los armeros subieron las líneas de presión y fueron los que más se acercaron a la portería rival, aunque no lograron culminar las acciones de ataque.
Eran los locales los que buscaban la velocidad en los contragolpes, pero apenas hubo aproximaciones en una y otra portería durante los primeros 25 minutos, y es que ninguno de los dos contendientes quiso arriesgar en la primera fase del choque.
En el minuto 28 llegó la primera ocasión importante para el cuadro guipuzcoano, que combinó por la banda derecha para que el chileno Fabián Orellana pusiera un balón que no pudo alcanzar Sergi Enrich.
El Alavés no acertaba a sacar el esférico y todo hacía indicar que las jugadas a balón parado podrían ser fundamentales en un derbi sin chispa y con un Eibar que puso más intención que su rival.
Al filo del descanso, los babazorros se plantaron en el área rival, donde, tras una serie de rechaces, Ximo Navarro lanzó un disparó cruzado que despejo Dmitrovic con acierto para evitar el 1-0.
Cambios
Asier Garitano dio entrada a Lucas Pérez por Ljubomir Fejsa en el segundo tiempo y el gallego revolucionó el partido con un gol a los 12 segundos del arranque, tras asociarse con Joselu Mato.
El Alavés salió en tromba y anotó un segundo gol que anuló el VAR de forma acertada por mano de Víctor Laguardia en un rechace, pero los vitorianos mostraron otra cara tras el paso por vestuarios.
El Eibar intentó contener el buen momento albiazul y buscó la portería local, pero los alaveses estuvieron muy bien plantados y metieron una marcha más en la salida de balón.
Así, en un nuevo contragolpe, Oliver Burke amplió la renta en el minuto 66 tras recoger un buen pase de Aleix Vidal que encontró sin oposición al delantero escocés.
El segundo gol fue un duro golpe para los de José Luis Mendilibar, que, sin embargo, no le perdieron la cara al partido y en el minuto 84 acortaron distancias con un tanto de Fabián Orellana después de un giro en la corona del área y de ajustar el balón a un palo.
Fue justo después de que Garitano cambiara a una defensa de cinco hombres para guardar el resultado, tras dar entrada a Martín Aguirregabiria.