El entrenador del Real Valladolid, el uruguayo Paulo Pezzolano, advirtió este jueves en rueda de prensa que no fue a España a “hacer amigos”, sino a “ganar partidos” y, por tanto, entiende la reacción contra él de su homólogo en el Villarreal, Quique Setién, “porque es fruto del dolor por una derrota” y, en este sentido, expresó que “ojalá nos odien todos”.
“Prefiero que el rival quede con bronca después del partido, porque eso quiere decir que fuimos competitivos y nos llevamos un resultado importante. Lo acepto como tal: un entrenador dolido al que no le salió el partido como quería. Si pasa eso seguido, bienvenido sea. Ojalá que nos odien todos. Lo más importante es que gane el Real Valladolid. No quiero ser amigo de nadie ni vengo a caer simpático a nadie. Quiero que gane primero mi familia”, destacó.
Aún colea, y mucho, lo sucedido en La Cerámica, tanto lo positivo —esa importante victoria—, como lo negativo —la tarjeta roja que recibió el técnico uruguayo por pedir a Setién “fair play”, y que tendrá como consecuencia dos partidos de sanción, por lo que Pezzolano no podrá dirigir desde el campo el próximo encuentro ante Girona ni el siguiente ante Valencia—.
Si llega el permiso correspondiente, será su ayudante, Martín Varini, el encargado de sustituirle en ambos choques, sobre el césped del estadio José Zorrilla y de Mestalla y, en el caso de que dicha autorización no llegase, el turno sería para Álvaro Rubio, que fue el que ocupó el lugar de Pezzolano tras su expulsión en la anterior jornada.
“El cuerpo técnico está preparado y capacitado para asumir el mando y tendrá absoluta libertad a la hora de actuar. Yo estoy analizando dónde me situaré, para poder ver bien todo. Está claro que tengo que mejorar en la gestión de emociones, porque esto no puede volver a suceder”, comentó.
Incidiendo en la figura de su ayudante técnico, precisó que “es una persona que ve bien el fútbol y sabe leer los partidos”, lo que le da mucha “tranquilidad”, y matizó, al respecto, que nunca ha elegido amigos, sino “gente capacitada”, que sepa mucho y que lo ayude a “subir el nivel y ser mejor”.
En cuanto a la jugada que derivó en su expulsión, preguntado sobre si considera que hay que sacar el balón fuera cuando un contrario está en el suelo, indicó que “depende del momento y la situación: no es lo mismo un jugador que está tirado en el centro del campo, en un equipo que ha ido a perder tiempo, que uno que esté en el área chica, porque si juegas ahí es antideportivo”, que es lo que sucedió con El Yamiq.
Según ha precisado, el equipo “está bien”, ya que los últimos resultados han sido un bálsamo desde el punto de vista anímico, pero “la última victoria tendrá sentido si se suman más puntos”, de ahí que el objetivo, ante Girona, sea “jugarlo como si fuera otra final, saliendo al cien por cien y demostrando la misma agresividad y entrega que ante Villarreal”.
“Sabemos que hay varios encuentros seguidos —Girona, Valencia y Atlético de Madrid—, pero ahora el que nos importa es el primero, y el reto es buscar la perfección, para anular las fortalezas de rival y aprovechar sus debilidades, haciendo valer las cualidades del equipo, que son muchas”, destacó.
Uno de esos puntos fuertes del cuadro catalán es que “es un conjunto bien trabajado, que tiene un 1-4-3-3 marcado, con buenas transiciones, que sabe jugar con balón, que tiene movilidad por dentro y por fuera con sus interiores y con laterales que saben jugar por el centro”.
Pero tiene claro que “todos los equipos tienen cosas buenas y, en el caso del Real Valladolid, como local es muy duro y, si muestra el nivel de competitividad que, en los últimos choques, el resultado estará a favor”, y adelantó que podría haber alguna variación con respecto a la jornada anterior “porque cinco defensas, ante Girona, puede ser demasiado y quizá conviene tener un jugador más en el centro del campo o arriba”.
Una de las novedades en esta cita podría ser la incorporación de Machis, “que está muy bien y entrena con intensidad, pero habrá que ver si está o no de inicio”, porque es un jugador que “junto a Plata, quita muchas referencias al rival”, analizó.