La liga escocesa confirmó este lunes su finalización “con efecto inmediato” y proclamó al Celtic de Glasgow como campeón por novena temporada consecutiva, por lo que el equipo blanco y verde llegó a 51 campeonatos locales en su historia.
Según explicó la Scottish Premiership, los 12 clubes de la división llegaron a un acuerdo unánime para la cancelación de lo que resta del certamen a falta de tres fechas y un partido para el cierre de la fase regular.
Al cabo de las 33 fechas (tres ruedas todos contra todos) de fase regular debían jugar una liguilla por el títulos los seis mejores y otra liguilla por la permanencia los seis peores, en ambos casos a una rueda todos contra todos y arrastrando el puntaje.
El Celtic Glasgow sumaba 80 puntos y su escolta con 67 era su clásico rival, el Rangers, que tenía un partido menos jugado (frente al St. Johnsone) y como máximo podía llegar a 94. El Hearts, que iba último a cuatro puntos del penúltimo, descendió al Championship.
“A todos nos hubiera gustado ver la liga terminada en la cancha, frente de los hinchas. Esta no es la forma en la que nadie involucrado en el fútbol escocés hubiese querido terminar, pero dadas las circunstancias a las que nos enfrentamos, la directiva acordó que es el único modo práctico”, aseguró el presidente de la liga escocesa, Murdoch MacLennan.