Guzmán Rodríguez se despidió del plantel y de los funcionarios de Peñarol este viernes. El zaguero continuará su carrera en Bragantino de Brasil, en busca de “seguir escalando y creciendo como jugador para algún día poder volver” al Aurinegro.
El defensor central firmará por cinco temporadas con el club brasileño, que pagará aproximadamente US$ 3.200.000, de los cuales la mayoría van para Boston River, ya que Peñarol solamente tenía un 25% de la ficha, lo que hace que por este negocio le entren US$ 800.000. El Sastre se quedó con un 25% de una futura venta.
El jugador de 24 años, que deja el club mirasol tras 45 partidos disputados y dos goles convertidos, atendió a los medios de prensa presentes en la puerta del Campeón del Siglo luego de su último entrenamiento como futbolista carbonero.
“Llegar, que era lo que yo soñaba, y despedirme acá, en la cancha, fue divino. Son cosas que me tocan y me hacen emocionar”, comenzó expresando Rodríguez, entre lágrimas, y afirmó: “Fue para lo que me preparé: llegar al club que yo quería y poder rendir”.
Con respecto a los momentos a destacar de su pasaje por Peñarol, dijo: “No me puedo quedar con uno solo. Fueron varios. Solamente entrar a la cancha era para mí tocar el cielo con las manos. Sin dudas el partido con Rosario fue el más lindo”.
“Si bien sé que este año van a pelear la sexta, prometo seguir intentando el día que vuelva”, concluyó quien tendrá la primera experiencia en el exterior en su carrera, que comenzó a fines de 2019 defendiendo a River Plate.