Contenido creado por Gonzalo De León
Básquetbol
Una pesadilla

Entre “amenazas” y “dedos en el ojete”: Granger y las “barbaridades” que vivió en Uruguay

Sobre Vidal, dijo: “La diferencia que tenemos es que hice mi vida en Europa y soy negro, y él hizo su vida acá y es rubio de ojos celestes”.

19.06.2024 10:16

Lectura: 6'

2024-06-19T10:16:00-03:00
Compartir en

FútbolUy. Seguinos en Twitter @futbolportaluy

La Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB) 2023/24 llegó a su fin el pasado lunes con la consagración de Aguada al vencer a Peñarol, pero, lamentablemente, el resultado deportivo quedó en gran parte de la serie en un segundo plano debido al cruce que se generó entre Jayson Granger y Santiago Vidal.

Este miércoles, Granger, base de Peñarol, habló públicamente por primera vez y se refirió a todo lo sucedido, pero antes analizó la derrota en las finales: “No fue el resultado que a todos nos hubiese gustado, pero Aguada fue un merecido campeón porque hicieron las cosas mejor que nosotros, llegaron en mejor forma y tuvieron a Donald Sims en un nivel increíble”.

“Aguada fue el único equipo que no cambió jugadores en todo el torneo y es una base que lleva muchos años jugando juntos y que se conoce. Es a química en los momentos cruciales se nota, tienen mucha jerarquía. Nosotros nunca llegamos a encontrar esa química”, añadió en diálogo con 100% deporte de radio Sport 890.

Con respecto a su futuro, aclaró: “Tengo contrato con Peñarol. Hasta el 15 de julio ambas partes tenemos una cláusula para rescindir. Estas próximas semanas van a ser cruciales para mí y para mi familia. Hay cosas que analizar y reflexionar. Tengo varias ofertas sobre la mesa, pero en este momento no las analizo. Ahora quiero descansar”.

El jugador, de 34 años, describió a las finales como “una pesadilla” y destacó que le “costó disfrutar del básquetbol”. “Uno vuelve a Uruguay para intentar disfrutar de lo que uno tanta ama, pero hay momentos en los que uno se arrepiente de las cosas que hace. En Europa jamás tuve un problema a lo largo de mis más de 20 años y volví a mi casa para jugar en paz los últimos años de mi carrera, y se convirtió en algo caótico porque hay líneas que no se pueden pasar y perdí la cabeza”, indicó.

Una batalla constante

“Se vio a lo largo de la serie que uno de los puntos importantes era intentar sacarme de quicio, cosa que lo consiguieron. Se me faltó el respeto, se me insultó, hubo agresiones que no se vieron e insultos racistas, que fue lo que más me dolió”, contó, y explicó que su cruce con Vidal comenzó “al final del partido cuando en el resultado se ve que nosotros ya no los podemos alcanzar”.

“Yo no me invento las cosas por inventar. He perdidos muchos partidos y finales, y no reacciono así por perder”, destacó sobre su comunicado, en el que apuntó que le dijo “sos mío, mono” y “negro de mierda”. El Pepo “tuvo la chance de haberme denunciado porque todos vieron lo que hice, pero por algo no lo hizo. No tuvo el coraje porque cosas hubo”.

“El respeto tiene que ser algo primordial en el deporte y yo no lo he visto de parte de él las veces que hemos jugado. No me dio para encararlo, pero cuando las provocaciones son constantes, uno pierde los papeles. Yo fui capaz de pedir disculpas públicamente y él no lo ha hecho por alguna razón”, subrayó.

“En Europa, que es donde mi carrera está hecha, la gente me cree y sabe cómo soy, pero me lastima que en mi país se dude de mi credibilidad, sobre todo con temas así, que no tengo la necesidad de inventarlos”, dijo.

“Nunca tuve relación” con Vidal. “Yo me crie en Cordón, él en Biguá y jugamos de chicos, pero tampoco es que hayamos coincidido en selecciones nacionales. No sé si tiene un problema conmigo, pero yo no lo tenía porque es una persona que no conozco”, agregó. “¿Te pensás que con 15 años y la carrera que hice me voy a acordar de lo que pasó cuando jugaba en Cordón? No tengo ese rencor que puede tener otra persona, ni me acuerdo de haberlo enfrentado en formativas”, ahondó.

Y fue claro: “Dicen que él es educado y de buena familia, pero yo también soy una persona educada y de buena familia. La diferencia es que yo hice mi vida en Europa y soy negro, y él ha hecho su vida acá y es rubio de ojos celestes”.

Un calvario

“Me han faltado el respeto desde que llegué a la Liga. Hubo amenazas a mí, a mi familia, a mis hijos, escupitajos, gente de seguridad de otros equipos pisándome en los partidos, jueces escuchando las barbaridades que me han llegado a decir, dedos en el ojete. Cosas que son anormales pero que acá están naturalizadas. Después de que todo un estadio te grite ‘negro cagón’, uno tiene que alzar la voz por toda la gente que sufre racismo en Uruguay”, contó.

Y recordó tiempos pasados: “Esto no viene de ahora; me tocó vivirlo cuando mi papá jugaba. Hubo épocas en las que él salía con un cuchillo a la calle porque nos habían amenazado a todos y le habían dicho de todo en una cancha”. “Ahora tengo un papel importante en el que puedo alzar la voz”, destacó.

Aclaró que ha “recibido muchísimos mensajes de extranjeros que me apoyaban y que sabían lo que estaba diciendo, pero como les decía a mis compañeros: ellos están de paso, los insultan en español, entienden la mitad de las cosas que les dicen y se van. Pero yo nací acá, soy uruguayo y jugué por la selección; que venga acá y me traten así es indignante”.

“Me estoy planteando muchas cosas. No sé si seguir jugando, si dejarlo, si jugar en la selección, si seguir en Peñarol, si ir a Europa. Los últimos dos años han sido muy duros a nivel familiar”, mencionó, y cerró: “Me encantaría volver a ganar un campeonato con Peñarol porque se lo debo a la gente, pero sufrí a lo largo de la temporada. No cierro lo puerta, pero tampoco la dejo muy abierta”.

FútbolUy. Seguinos en Twitter @futbolportaluy