Emiliano Lasa será el gran referente de la delegación uruguaya que participará en los Juegos Olímpicos de París, marcando su tercera competición en la cita más grande del deporte mundial y con la distinción de ser elegido como uno de los abanderados, junto a María Sara Grippoli del taekwondo.
El atleta, de 34 años, consiguió su lugar en la prueba de salto largo del atletismo tras culminar en el puesto 19 de los 32 cupos disponibles por ranking, algo que le dio cierto aire a la hora de la preparación.
“Estoy muy contento con el momento que estoy pasando”, comentó a FútboUy desde tierras europeas, y agregó: “Clasifiqué bien, pero hasta que se confirmó todo, uno estaba a la espera”.
“Hice una buena preparación, sumé los puntos en las competencias donde debía y eso me dio tranquilidad. Estando en Europa sabía que esta adentro y eso me permitió realizar una planificación con otra tranquilidad, elegir las competencias sin andar corriendo, entrenar con otra calma”, explicó.
Su ultima actuación fue el pasado domingo en Suiza, y ahora la mira está en la puesta a punto final para la cita francesa.
El camino
Lasa, cuyo récord nacional es de 8,28 metros y fue conseguido en mayo de 2022 en São Paulo, tiene en su palmarés haber obtenido el diploma olímpico (distinción que da el Comité Olímpico Internacional a los ocho mejores de cada prueba) en Río de Janeiro 2016.
Luego llegó la cita de Tokio 2021, una edición muy especial e inmersa en un mundo atravesado por la pandemia del Covid-19, sin público en las tribunas y con problemas para la preparación de todos los deportistas.
“Fue una experiencia muy compleja, desgastante”, recordó el saltador, para continuar: “No solo por la pandemia, sino que además venían luego de una operación que me realicé en la pierna por una dolencia. Se hizo muy difícil todo, entrené solo en Europa porque mi entrenador no podía viajar desde Brasil, era muy difícil cada traslado. Se hizo todo complicado”.
En la cita asiática Lasa saltó 7,95 metros, algo que lo dejó en el puesto 13, a uno de meterse en la final: “Me faltó un centímetro y lo sentí, se sumó a todo lo anterior. Por suerte pude recuperar muy bien en todo aspectos en estos años para llegar fuerte a París”.
A todo eso se sumó la designación del Comité Olímpico Uruguayo para ser el abanderado en la Ceremonia de Apertura, una distinción que esperaba con ansias: “Es un orgullo y me deja súper contento. Nunca había tenido esa oportunidad, ni en la escuela, y portar el pabellón en el evento deportivo más grande que hay es increíble y una hermosa responsabilidad”.
Por último, comentó que a París llegará “pleno de ganas y a dejar todo en cada salto”. “Primero, quiero buscar meterme en la final [los 12 mejores], y después ir por colocarme lo más arriba posible y, por qué no, tratar de ir por otro diploma”, agregó.