Emiliano Albín, jugador de Villa Española, se encuentra a la espera de lo que sucede con la segunda división profesional debido a que fue suspendida por la pandemia del COVID-19.
El futbolista polifuncional, de 31 años, habló con Último al arco, en la Sport890, sobre esa particularidad de jugar en varios puestos que le permitió llegar a clubes importantes y a la selección uruguaya donde formó parte de la delegación que disputó los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
"Si no hubiese sido polifuncional seguro que muchos partidos importantes no los jugaba", explicó Albín. "A los JJOO fui de lateral izquierdo y eso me permitió jugar en la selección. En primera aprendí a jugar de lateral porque en inferiores nunca lo hice. Esa polifuncionalidad me dio la chance de jugar en algunos equipos importantes", agregó.
Uno de los momentos que marcó como inolvidable fue la Copa Libertadores 2011 donde llegó a jugar la final de ese torneo con Peñarol. Además, aseveró que si en ese duelo decisivo hubiesen expulsado a Neymar (por la patada que le dio a Alejandro González) "capaz hubiésemos salido campeones".
No dudó en remarcar que hay dos entrenadores que ve muy bien capacitados para sustituir a Óscar Tabárez cuando deje la selección uruguaya: "Los próximos directores técnicos de la selección pueden ser Diego Aguirre o Diego Alonso. El ‘Tornado' es uno de los entrenadores más importantes del país".
Albín jugó la temporada 2012/2013 en Boca Juniors. En ese club coincidió con la tercera etapa de una de las máximas glorias de esa institución, el entrenador Carlos Bianchi. Sin embargo, el ciclo del "Virrey" no fue bueno y los dirigentes decidieron echarlo antes que finalizara su contrato.
El jugador polifuncional confesó que "no agarré la mejor etapa de Carlos Bianchi". Además, sostuvo que "se daban situaciones en los partidos que debíamos resolver, pero él nos pedía que hiciéramos cosas que no las teníamos trabajadas".
Tras su paso por Boca volvió a Peñarol. Pero después de dos años el carbonero lo dejó libre y estuvo seis meses sin club, algo que le costó mucho.
"Estuve seis meses sin equipo y estar tanto tiempo sin jugar es complicado. Esa situación de quedar libre de Peñarol fue un momento que me complicó para volver a agarrar ritmo futbolístico", estableció. "Sin dudas, fue el momento más difícil de mi carrera como jugador porque no podía hacer lo que más me gustaba", concluyó.