El duelo, que comenzó media hora más tarde por la condiciones climáticas, con lluvias constantes que llenaron de agua el terreno de juego, tuvo en sus compases iniciales un duelo parejo, peleado y donde afirmarse era fundamental.

La primera clara fue para el local, con un disparo potente y lejano de Tomás Rincón que obligó a Gerónimo Rulli a contener con solvencia.

La respuesta visitante fue con una pelota quieta y la llegada de la apertura. Un tiro libre que Messi ejecutó bien cerrado, obligó a Romo a sacar con los puños, la pelota derivó en Nicolás Otamendi y este no falló para colocar el 1-0.

Un tanto que le dio tranquilidad a la visita e hizo que los de Batista trataran de adelantar líneas, ya con alguna incomodidad y algo de apresuramiento.

La cancha no permitía el juego por bajo, con charcos que trancaban el rodar de la pelota y mucha pelota larga a pelear entre los futbolistas.

Un despeje de Otamendi que dio en Rondón y se fue cerca avisó de la búsqueda del empate, aunque todo era con más ganas que ideas.

Una balón largo que dio en la mazo de Pezzella fue pedido como penal por todos los locales, pero Gustavo Tejera y compañía, desestimaron.