Uruguay se sacó las ganas. Después de 22 años volvió a ganarle a Brasil en el Estadio Centenario, ese escenario que había sido testigo del 1-0 con gol de penal de Federico Magallanes. Aquella fue la primera victoria de la Celeste sobre la Canarinha por Eliminatorias mundialistas.

Con aires renovados y un estilo de juego diferente, el público se ilusionó y creyó en el equipo de Marcelo Bielsa, al punto tal de agotar las entradas. Desde temprano se palpitó el clima festivo en las inmediaciones del Parque Batlle y durante el partido, con representantes de todos los departamentos.

La noche presentó la particularidad de que el himno visitante no se escuchó en las tribunas. Un problema técnico impidió a los pocos brasileños que llegaron al Centenario vibrar con su canción patria, y además generó un retraso en el comienzo del encuentro.

Hubo alguna dificultad en el audio, pero sobre el final todo funcionó a pleno con música característica de la selección para ponerle la banda sonora a una celebración de más de 50.000 personas en el Centenario, y tres millones en todas partes del mundo.