Colombia venció 2-1 a Brasil en Barranquilla, un duelo que remontó por la quinta fecha de las Eliminatorias y donde tuvo en Luis Fernando Suárez a una figura brillante.
El partido comenzó con un visitante que salió con todo, no solo a controlar la pelota, sino a generar ocasiones para conseguir la rápida apertura que se dio a los 3'.
Primero avisó con una acción de Raphinha, que se la dio a Emerson por derecha para desbordar y poner un centro que Vinícius Júnior cabeceó pero sin dirección.
Luego, el propio delantero del Real Madrid consiguió desnivelar por izquierda para luego habilitar a Gabriel Martinelli, que definió para inflar las redes y colocar el 1-0.
Un gol que pareció despertar a los locales que a influjos de Luis Díaz por izquierda, muy liberado para jugar, comenzó a hacer mella. Pasados los diez colocó un pase a Carrascal que obligó a una gran tapada de Alisson y luego se invirtieron los protagonistas cafeteros para otra llegada con la misma resolución, las manos del golero.
Los de Lorenzo hacían méritos para conseguir el empate, sumando otra del jugador de Liverpool tras pase de Deiver Machado, que se fue ancha. Los norteños estaban apagados: ya no manejaban la pelota, se dedicaban a defenderse y además perdieron a Vini, lesionado, que fue reemplazado por João Pedro.
Recién a los 32' una corrida de Renan Lodi terminó en una asistencia para Rodrygo que probó de media distancia y su búsqueda se fue muy cerca de la meta de Vargas.
Otra individualidad, ahora James Rodríguez, que probó con un derechazo, volvió a avisar en un cierre del primer tiempo donde los cafeteros se fueron abajo por 1-0, en un castigo excesivo para lo sucedido.
El del Liverpool
El complemento comenzó con los de Diniz mucho mejor parados y emparejando las acciones desde la zona de volantes, dispuestos a doblar la marca sobre Luis Díaz y además tratar de aprovechar las brechas que dejara su contrincante.
Un disparo de Bruno Guimarães y otro de Raphinha después hicieron ilusionar con la llegada del segundo y tranquilizador tanto, aunque los locales no se daban por vencidos y con Sinisterra y Carrascal tenían las suyas.
Santos Borré controlado y poco de James Rodríguez, eran falencias claras de una selección que quería mucho pero no tenía un finalizador claro.
Raphinha, que recibió un pase filtrado, reventó el palo en una nueva posibilidad que la Canarinha no pudo concretar para cerrar un duelo que se mantenía con diferencia mínima.
Si había una esperanza para llegar al empate pasaba por Luis Fernando Díaz, que era alentado por su padre en la tribuna (había sido secuestrado algún tiempo atrás), y vaya si apareció en todo su esplendor.
En cuatro minutos anotó dos goles, el primero a centro de Borja y el segundo de James Rodríguez, ambos con cabezazos que dejaron sin respuesta a Alisson e hicieron encender a Barranquilla por conseguir un premio por el que pelearon sin cesar.
De allí en adelante se encargaron de cerrar el partido hasta el pitazo final que selló el 2-1 que se celebró a lo grande. Tres puntos que dejan con nueve a Colombia en la tercera posición, mientras que Brasil quedó con siete, en una extraña quinta colocación.