El partido comenzó con un equipo local absolutamente decidido a ir a buscarlo y con un premio casi inmediato a su actitud ya que al minuto iba 1-0 adelante.

Un centro de Felipe Loyola desde la derecha encontró la cabeza de Eduardo Vargas en el segundo palo que cambió la dirección por arriba del manotazo desesperado de Ederson y desató el grito desaforado de los hinchas.

Un gol del vestuario, que sumado a una presión asfixiante a la salida, golpearon a los norteños que no estaban cómodos en cancha.

Y el segundo pudo estar pasados los diez minutos cuando Darío Osorio sacó un gran remate de media distancia que se fue muy cerca del arco visitante.