Argentina comenzó dominando el partido, con el pie en el acelerador y generando múltiples llegadas por las bandas.
En menos de seis minutos hubo tres pelotas que desde los costados cruzaron el area brasileña sin que nadie aparezca para dar el toque final.
Después fueron pases largos que buscaban la posición de Higuaín o Lavezzi, pero el arquero Alisson estuvo atento y salió a cortar detrás de la zaga.
Brasil de a poco se hizo de la tenencia de la pelota y emparejó el trámite sin lograr pisar el área rival con peligro.
A los 22 minutos Banega probó con un remate de afuera que se perdió alto, cuando ya no era Argentina la que tenía el control.
Sin embargo en la respuesta, con espacios, los de Martino encontraron la llave para la apertura. Una transición formidable donde Di María manejó los tiempos, habilitó a Higuaín por derecha y el pase del nueve que llegó para que Lavezzi sentenciara el 1-0 parcial a los 33'.
En la segunda parte Argentino fue con todo para liquidarlo de entrada y casi lo consigue. Un zurdazo de Benega dio en la base del palo cuando el arquero nada tenía para hacer y fue solo un amague ya que se repetiría el mismo trámite que en la primera parte.
La media cancha de Brasil se hizo fuerte, ya no dejó tan libre a la ofensiva local, y a partir de allí intentó avanzar hacia el arco de Chiquito Romero.
Y fue sobre los 13 minutos, en la mejor jugada que tejió el conjunto de Dunga que llegó al gol. Neymar, Dani Álves, Costa de cabeza al travesaño y en el rebote notable volea de Lucas Lima de zurda para el empate.
La igualdad le vino bien a Brasil, que se acomodó mejor en el campo y no permitió progesar a Di María y compañía. Restando 20' Martino mandó variantes como Dybala y Lamela, pero que no bastaron para encontrar chances nítidas.
Sobre el final se fue expulsado David Luiz en Brasil, cuando ya la verdeamarelha defendía el punto con uñas y dientes. Empate justo, que deja con un gusto amargo a los locales, que más allá de sus intenciones mostraron escasa claridad para encontrar el segundo tanto.