El segundo gol de Colombia ante Uruguay, obra del mediocampista Mateus Uribe a los 51 minutos, llegó con polémica. Tras un centro de Rafael Santos Borré, la pelota dio en la mano de James Rodríguez y después cayó en los pies de Uribe, que no perdonó a Santiago Mele.
Los jugadores celestes rápidamente se percataron y le protestaron al árbitro, el chileno Piero Maza. Sin embargo, la jugada fue revisada por el VAR, que estaba a cargo de su compatriota Juan Lara, y convalidaron el tanto cafetero para poner 2-1 arriba en el marcador.
¿Por qué no cobraron mano? Según la última actualización del reglamento de la International Football Association Board, “se considerará infracción cuando un jugador toque el balón de manera voluntaria con la mano o el brazo, haciendo un movimiento en dirección a la pelota”. En este caso, se tomó en cuenta que no fue un movimiento voluntario, sino que fue un rebote.
Y añade que se considerará posición antinatural cuando “el jugador ocupe con su brazo o mano un espacio mayor, corriendo un riesgo y, como consecuencia de ello, corte el pase de un contrario, un disparo a portería, etcétera”. En caso de que la mano hubiese sido de Uribe, ahí sí se anulaba.