El pasado miércoles se viralizó en redes sociales una imagen televisiva que captó el incendio de uno de los ómnibus que trasladó a hinchas de Peñarol a Río de Janeiro para el partido frente a Botafogo por la ida de semifinales de la Copa Libertadores. El hecho se dio en medio de incidentes con la policía de la ciudad.

La trifulca fue propiciada por agresiones y provocaciones que iniciaron torcedores de Flamengo, que pudieron acceder al punto de encuentro de los parciales aurinegros, y a los que se les sumaron grupos de Fluminense, Botafogo y Vasco da Gama. Hay 23 uruguayos detenidos en el país norteño.

Uno de los ocupantes del bus incendiado era José Ignacio, un joven coloniense de 20 años que viajó a ver a Peñarol. Según contó su padre a Diario Helvecia, en el momento de la reyerta los miembros de la excursión estaban en la playa.

Cuando se produjeron los graves incidentes, “los ómnibus dispararon del lugar, pero no encontraban al chofer del de mi hijo y quedó en medio de toda la trifulca”. “Empezaron a desmantelarlo, a robarle cosas y lo incendiaron. Mi hijo, con todos los que estaban ahí, querían proteger el ómnibus”, añadió.

José Ignacio fue detenido, pero liberado más tarde: “Si uno roba un celular, ¿tiene sentido que metan a todos presos? Por uno pagaron los platos rotos todos”. Su padre, también llamado José, dio detalles que le contó su hijo: “A un muchacho que no hablaba porque es discapacitado le pegaron porque no contestaba”.

“Los formaron en fila india, los metieron en un cuartito y enseguida que entraban les pegaban cachetadas, patadas, codazos”, indicó, y ahondó: “En un momento cambió la guardia y vinieron con máscaras, y llenaron todo de gas pimienta”.

Habló con su hijo por última vez ayer jueves a las 14:00 horas y se encontraban por la zona de San Pablo. En el día de hoy estaban llegando a la frontera. Durante el viaje “no los dejan bajar al baño ni a tomar agua” y a algunos viajeros “se les quedaron con la plata”.

“Parece la época de las cavernas. No puede ser que los traten así, como animales”, finalizó José, que comentó que están en permanente contacto con Cancillería.

Otro relato de lo sucedido dentro de la comisaría es el de Fabián, hincha que a Último al arco de radio Sport 890 dijo: “Nos metieron en un ómnibus. Nos llevaron a la Comisaría y lo que pasó ahí adentro fue una tortura. 20 policías hicieron un puente y nos rompieron todo, hombres, mujeres con niños”.

“En la sala que nos metieron, los policías se pusieron máscaras y rociaban la sala con gas pimienta. Nos hicieron firmar un papel en que después me enteré que era testimoniar que no hubo maltrato”, detalló.

Cabe recordar que, en una primera instancia, fueron 230 los hinchas de Peñarol detenidos, pero en la noche más de 200 fueron puestos en libertad porque no había pruebas contra ellos y ahora solamente queda un grupo de 23 esperando audiencia por sus respectivos delitos.