El futbolista francés Benjamin Mendy regresó este lunes a un juzgado de Inglaterra para volver a ser procesado por un cargo de violación y otro intento de violación, cinco meses después de que un jurado le absolviera de múltiples otros sexuales.
El jugador del Manchester City, de 28 años, compareció para escuchar los argumentos iniciales en el Tribunal de Chester, cerca de Liverpool. Las vistas de este nuevo juicio podrían comenzar el martes en esa misma sala.
El jurado del anterior proceso, que concluyó en enero, no alcanzará un veredicto sobre dos cargos: violación a una mujer de 24 años en octubre de 2020 e intento de violación a otra, de 29 años, en 2018.
Tras un mediático juicio que apareció casi seis meses, los siete hombres y cuatro mujeres que componían el jurado popular absolvieron además al defensor francés de otros seis cargos de violación y uno de agresión sexual contra cuatro mujeres.
Entonces el juez fijó para este lunes el inicio de un examen de los dos cargos restantes. Mendy, cuyo contrato con el Manchester City expira a finales de este mes y todo indica que no será renovado, niega estas afirmaciones y asegura que no será “un peligro para las mujeres”.
Mientras se leían los veredictos de inocencia en el tribunal en enero, el futbolista se cubrió la cara con ambos manos. Una de sus abogadas, Jenny Wiltshire, declaró entonces que estaba “encantado” de haber sido absuelto de la mayoría de las imputaciones.
Y agregó que esperaba “limpiar su nombre en relación con los otros dos cargos para poder empezar a reconstruir su vida”. Mendy fue acusado junto a Louis Saha Matturie, de 41 años, un presunto cómplice que también fue absuelto por el jurado de tres cargos de violación a dos adolescentes.
Los miembros del jurado tampoco lograron alcanzar un veredicto sobre tres cargos de violación y tres cargos de agresión sexual contra él por parte de otras cinco mujeres. Así que, como Mendy, Matturie será sometido a un nuevo juicio a finales de año.
La fiscalía se esforzó por presentar a Mendy como un “depredador” sexual que violaba o agredía sexualmente a las jóvenes que Matturie le procuraba en fiestas en su lujosa casa al sur de Mánchester. Mendy negó haber forzado a ninguna mujer a mantener relaciones sexuales y ambos afirmaron que cualquier actividad sexual que mantuvieron fue consentida.