El Real Oviedo, histórico equipo del fútbol español que por octava temporada consecutiva compite en La Liga 2, incorporó a su plantel a Santi Cazorla, dos veces campeón de la Eurocopa con la selección de España (2008 y 2012), con la que marcó 15 goles en 81 partidos oficiales. En el medio, se perdió por lesión el Mundial de Sudáfrica 2010.
El mediocampista de 38 años retorna así a su club de origen después de dos décadas. A mediados de 2003, aún sin haber debutado en el conjunto azul a nivel mayor, fue transferido al Villarreal e inició un viaje con escalas en Recreativo de Huelva, Málaga, Arsenal y Al-Sadd de Catar. En Villarreal jugó nueve temporadas, repartidas en tres períodos.
Después de tres años en el fútbol catarí, y ya avizorando el retiro del fútbol profesional, optó por volver a sus raíces sin pretensiones económicas. A pedido propio, firmó un contrato de un año con el salario mínimo de la segunda categoría del fútbol español, que 93.000 euros por temporada (repartidos en 12 pagos de 7.750 euros).
Además, cedió los derechos de imagen a la institución con una condición: que al menos el 10% de lo recaudado por concepto de ventas de su camiseta, sea destinado a las formativas del Real Oviedo, esas que le dieron las herramientas para hacer una gran carrera.
En su presentación, que es una analogía a El señor de los anillos, el propio Cazorla expresó: “Nunca es tarde para volver, con mucho que devolver, el destino lo había escrito en mi camino”.
Cuando Cazorla fue transferido del Oviedo al Villarreal, a mediados de 2003,
ya habían pasado dos años del último descenso sufrido por el club en primera
división. Acababa de descender a la tercera categoría, y desde entonces alternó
entre Segunda y Segunda B 2015, cuando se afianzó hasta hoy en la divisional de
plata del fútbol español. En la pasada temporada terminó octavo, a ocho puntos de los puestos de playoffs.