Italia se clasificó para la final de la Eurocopa: derrotó a España por 4-2 en la tanda de penales tras empatar 1-1 en los 90' y en el alargue. Espera a su rival que saldrá del encuentro que protagonizarán Inglaterra y Dinamarca.
Previo a la definición, se dio un hecho que llamó la atención. El juez alemán Felix Brych llamó a los dos capitanes, Giorgio Chiellini y Jordi Alba, para sortear en qué arco se iban a ejecutar los penales. Hubo un tema: en una de las cabeceras de Wembley estaba la hinchada de Italia y en la otra la de España.
Brych mostró que de un lado de la moneda era para el arco donde estaban los simpatizantes de la Azzurra y del otro para los de la Furia Roja. Todo esto fue captado por las cámaras de la transmisión televisiva.
Ni bien la moneda cayó al suelo, el capitán de Italia señaló al sitio en el que se encontraban sus hinchas. El futbolista del Barcelona reaccionó y dijo que se debían ejecutar los penales en el arco en el que estaban sus simpatizantes.
Uno de los asistentes coincidió con Chiellini. El jugador de Juventus (de forma amistosa) empujó Alba, le tocó la cara y le dijo "mentiroso" en tono de broma. El lateral quedó molesto por esta resolución. Luego se dieron los penales y la clasificación de Italia para la final del domingo de la Eurocopa.