La Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol (AUDAF) emitió un comunicado horas después de que Ricardo Caruso Lombardi, entrenador de Miramar Misiones, se dirigiera al árbitro Javier Feres como “negro de mierda” en los minutos finales del partido que Liverpool le ganó al equipo cebrita 2-1 en Belvedere este lunes por la 13ª fecha del Torneo Apertura.
En primer lugar, la gremial de los jueces considera “absolutamente inaceptable cualquier manifestación de racismo y otras formas de violencia”, por lo que ratificó su “cuota de responsabilidad en el combate a toda clase de discriminación”.
“Se cree que el fútbol es un inigualable difusor de valores positivos y constructivos para la sociedad. En esta oportunidad, y en otras anteriores, el Sr. Caruso Lombardi fue contrario a todos aquellos, no respetando al contrario, no tolerando decisiones disimiles a las propias, y aún así, yendo a más, intensificó su proceder, no solo insultando a nuestro compañero en el desarrollo de su trabajo sino también discriminando a este por su color de piel”, añade.
AUDAF recordó que el racismo “no es un fenómeno que comienza y acaba en el fútbol”, pero al ser un “espectáculo masivo” que “se convierte en otro ámbito de amplia visibilidad” pueden “aflorar a la superficie este y otros vicios sociales”, por lo que solicitó “a todas las partes, con las potestades suficientes para legislar en lo sucedido, que actúen en contra del infractor con la mayor severidad posible”.
Más allá de un posible nuevo llamado de parte del Tribunal de Ética, cuyas sanciones suelen no afectar lo deportivo, la sanción más grande que afronta el director técnico de Miramar Misiones es la de la Comisión Disciplinaria, que dependerá de lo que haya estampado el árbitro Feres en su formulario confidencial del partido. El expediente entrará en la Asociación Uruguaya de Fútbol esta semana y se instruirá. La semana próxima se conocerá el fallo.
Tras el hecho, que generó una detención de cuatro minutos y medio desde que
fue expulsado hasta la reanudación del partido, Caruso Lombardi se disculpó a
través de las redes sociales, lo que podría atenuar su situación ante el
Tribunal de Ética pero no para la Comisión Disciplinaria. El castigo previsto para estos casos va de uno a cinco partidos.