Eduardo Espinel fue cesado como entrenador de Cerro Largo el pasado lunes, un día después de perder 1-0 con Cerro como local, aunque la comunicación oficial del club corrió por otro carril y anunció que el director técnico renunció por “razones personales”.
“Yo no me voy de Cerro Largo. Ernesto (Dehl, presidente del club) entendió que había que cortar este proceso de trabajo por distintas posiciones encontradas. Él entendía que era lo mejor para Cerro Largo”, dijo Espinel al programa 100% deporte de Sport 890.
“Hace una semana tuvimos una reunión después de la derrota con Liverpool en la que el presidente nos dijo que el equipo tenía que jugar mejor y que no estaba dando todo lo que él pretendía desde el funcionamiento”, recordó.
“Dimos argumentos para decir por qué pasaban ciertas cosas. Todos los argumentos que uno le daba, Ernesto no los entendía así. Dentro de una charla normal, de cada uno opinar sobre el momento deportivo del equipo”, repasó.
“Después perdimos con Cerro, tuvimos una reunión y nos agradeció lo hecho hasta ahora pero nos dijo que tenía que cambiar el rumbo del equipo. Siempre le dije que conmigo no iba a tener problema y que si yo no colmaba las expectativas, no queríamos hacerle daño al club”, señaló.
“Yo seguía insistiendo en que la campaña era buena. Sabiendo la realidad del día a día y las dificultades, los números avalaban que los objetivos se estaban cumpliendo. No éramos un equipo para pelear el campeonato, pero sí para obtener algún objetivo importante que se estaba cumpliendo”, explicó.
“El gran objetivo era salir de la zona de descenso y aspirar a alguna copa internacional, que hoy se está cumpliendo. Fue una sorpresa para nosotros y no creo que fuera tan dramático”, dijo Espinel, que tenía al equipo lejos de la zona de descenso y sexto en la Tabla Anual, en zona de clasificación a la Copa Sudamericana.
Sobre el motivo esgrimido por el club para su salida, dijo que no puede “opinar de eso porque lo que cada uno pone es problema de cada uno”. “Yo puedo hablar de la charla que tuve con Ernesto. El que manda es el que tiene derecho a tomar decisiones. Después, lo que se publica no es problema mío”, reflexionó.
“Acá lo único que avala un trabajo son los números. Y más allá de que el Intermedio no arrancó de buena manera, tengo la fuerza necesaria como para empezar a mejorar. Tuvimos algunas lesiones importantes y situaciones que pudieron afectar el lógico funcionamiento del equipo, pero no eran un drama para prender la luz roja”, concluyó.