El clásico de Guayaquil entre Emelec y Barcelona en el estadio del equipo eléctrico se suspendió tras poco más de tres minutos. Los visitantes anotaron a los 26 segundos, pero luego del festejo se invalidó la conquista.
Durante la celebración cayeron objetos sobre los jugadores amarillos desde la tribuna local, uno de los cuales impactó en la cabeza del uruguayo Carlos Paco Rodríguez. Era una botella de plástico, que generó que el zaguero quedara tendido en el césped.
Los jugadores se increparon. El uruguayo Sebastián Rodríguez, capitán del Emelec, se cruzó con el entrenador rival. Tras los incidentes y los proyectiles, Barcelona se retiró de la cancha argumentando que no había garantías.
El comisario del partido, Elton García López, confirmó más tarde la suspensión del clásico por “falta de garantías” y por “insultos racistas”, y confirmó que el cotejo se reanudará este lunes sin público desde el tercer minuto de juego.
Los clubes marcaron sus posiciones con distintos comunicados. El de Barcelona fue más escueto e informativo, y el de Emelec repudió el hecho pero aclaró que identificó al responsable y que en el estadio de su rival había pasado lo mismo, además de acusarlo de no querer jugar.
Por el local arrancaron como titulares Sebastián Rodríguez y Diego García, y del otro lado hicieron lo propio Carlos Rodríguez y Bruno Piñatares.
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