Houston Dynamo se coronó campeón de la US Open Cup este miércoles, por segunda vez en su historia, al ganar la final única por 2-1 como visitante frente al Inter Miami, que por lesión no pudo contar con Lionel Messi.
El elenco dirigido por Ben Olsen se adelantó en el tanteador a los 24’ gracias a una gran jugada colectiva de contragolpe que definió Griffin Dorsey, quien pisó el área por derecha y batió al arquero Drake Callender con un potente derechazo.
El marroquí Amine Bassi aumentó la diferencia a los 33’, cuando capitalizó un claro penal cometido por Deandre Yedlin sobre el ecuatoriano Nelson Quiñones, con el que cerró el 2-0 que se llevó Houston al descanso.
A Quiñones le anularon un gol, que era el 0-3, por finísimo fuera de juego a los 73’, y Josef Martínez descontó a los 92’ para el cuadro dirigido por Gerardo Martino, que con el ingreso del venezolano mejoró en el complemento pero no le alcanzó.
Consultado por Messi, el Tata Martino dijo que “no era prudente que jugara”. “Ni siquiera para que jugara algunos minutos, porque corríamos riesgos. Seguramente vuelva a jugar antes de que termine la MLS. Iremos evaluando la situación partido a partido para ver en qué momento el departamento médico nos dice que está en condiciones de jugar sin correr riesgo”, explicó.