El presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Alejandro Dominguez, agradeció a Luis Lacalle Pou por abrirle las puertas para la negociación con Sinovac Biotech Ltd, de China, para la donación de un total de 50.000 dosis de su vacuna para el COVID-19 para el fútbol continental.
Domínguez, entrevistado en Telemundo 12, comentó como se gestó esta posibilidad: "el año 2021 sabíamos que iba a ser un año ‘COVID' y empezamos a buscar como llegar a las empresas farmacéuticas productoras de las vacunas".
"Como tenemos amigos en común, eso me permitió llegar al presidente Luis Lacalle Pou", relató más tarde y continuó: "en una cena casi informal, le comenté mi preocupación de que necesitábamos eso y por el gran trabajo que está haciendo Uruguay, un ejemplo en todo el continente en haber conseguido tanta cantidad de vacunas, tuvimos la gentileza que el presidente me abriera las puertas, para que la Conmebol pudiera tramitar lo que finalmente termino siendo una donación de la empresa Sinovac para todo el futbol Sudamericano".
"Queremos inmunizar a todos para darles una garantía sanitaria que se sumará a los protocolos ya existentes. Seremos la única Confederación que tendrá una herramienta más de seguridad al servicio del mundo del fútbol, para garantizar a nuestros y nuestras jugadores, además del entorno de cada plantel, árbitros, etc", explicó.
"La idea es que en mayo estén en Uruguay", dijo sobre el lote de 50 mil vacunas: "de allí comenzaremos a trabajar con las federaciones miembros. Queremos planificar que haya para todos, incluso que lleguen a equipos profesionales que no compitan en torneo internacionales".
Y puntualizó que: "estas 50 mil dosis no tienen relación no van en detrimento de ningún país, ni nadie. Es una producción especial que hace la empresa para apoyar al fútbol sudamericano".
Por último, consultado si esta puerta que abrió Uruguay genera un camino allanado para la postulación de la realización de una final de un torneo internacional (Libertadores o Sudamericana) en nuestro país, concluyó: "es un gesto humanitario que no tiene compromiso alguno. Montevideo es una capital posible y pasible de ser anfitriona de una final de Libertadores, por ejemplo, pero dependerá de tener la seguridad de que podamos tener publico y con ello de las políticas sanitarias de cada país que se este postulando".