Existe preocupación desde la directiva de Nacional y un pedido expreso a los hinchas tricolores que viajaron a Brasil para presenciar el duelo ante San Pablo por la revancha de octavos de final de Copa Libertadores que se jugará este jueves en el estadio Morumbí.
La denuncia realizada por San Pablo a Conmebol por gestos racistas de un hincha tricolor en la ida en el Gran Parque Central encendió las alarmas, y todo se vio acrecentado tras los hechos de violencia que se registraron entre los hinchas de San Lorenzo y la Policía en el duelo copero ante Atlético Mineiro de este martes en Belo Horizonte.
“Es muy importante recordar y advertir a la parcialidad de Nacional que llegará a Brasil que se cuide mucho, no se autoperjudique, ni tampoco lo haga con el club”, expresó Enrique Campos, uno de los delegados de los albos, este miércoles en varias entrevistas que dio en medios locales.
Por la misma vía habló el presidente de la institución, Alejandro Balbi, que lo emparentó a los gestos que desataron la denuncia de los paulistas ante los tricolores y dejó una advertencia clara.
“Tengan cuidado de hacer estos mismos gestos en Brasil, porque allá son pasibles de prisión efectiva”, mencionó Balbi en conferencia de prensa, y agregó: “A estos graciosos que se le ocurren hacer ese tipo de cosas que son impropias del uruguayo en general, y mucho menos de un hincha bien de Nacional, realmente tengan cuidado porque no van a volver al país”.
Un hecho muy particular también genera preocupación: las entradas para la parcialidad tricolor no pudieron ser comercializadas por la
vía digital, y entonces el club local optó por venderlas en forma presencial en
el estadio de Portuguesa, a una hora del Morumbí, de 10 a 19 horas.
Esto hace que se pierda cierto control sobre la cantidad de viajeros que se trasladarán a tierras norteñas y si todos tendrán acceso a los tickets.