El pasado domingo, Diego Aguirre fue confirmado como nuevo entrenador del Santos, equipo que se encuentra en una grave crisis institucional y deportiva. Se encuentra en zona de descenso en el Brasileirão con solo cuatro victorias en 18 partidos y confió la salvación en el uruguayo.
La Fiera, de 57 años, dirigirá a su cuarto equipo en el fútbol brasileño. Antes pasó por Inter de Porto Alegre (2015 y 2021), Atlético Mineiro (2016) y San Pablo (2018). Este miércoles dirigió su primer entrenamiento por la mañana y al mediodía fue presentado en conferencia de prensa.
“Es un placer y un orgullo ser el entrenador de Santos, un gigante del fútbol mundial”, comenzó diciendo, y añadió: “Volver a Brasil y a un club grande es un gran desafío. Me siento en parte brasileño por todas las cosas que viví como jugador y como entrenador, me abrieron las puertas y estoy feliz. Esta es una oportunidad muy buena que voy a intentar aprovechar”.
Con respecto a la situación del club, dijo: “Es un momento de dificultad y presión, pero estoy acostumbrado a dirigir equipos grandes. Tengo mucha confianza en que vamos a superar esta situación”. “No tuve ninguna duda en aceptar la propuesta porque es un orgullo y me siento con mucha responsabilidad, quiero ayudar al máximo y dar todo para que esta situación sea superada”, ahondó.
“Lo primero que quiero es transmitir calma y confianza. Tenemos que estar todos juntos y unidos, hay que creer. Son momentos difíciles, pero no hay que estar nerviosos. Tenemos buenos jugadores y hay que entregarnos al máximo para que las cosas sucedan”, destacó. “No tuve mucho tiempo para analizar, pero fue una decisión rápida sabiendo que era un desafío difícil pero espectacular. Prefiero pensar cosas positivas que pueden pasar”, concluyó.