Lucas Viatri se encuentra en Argentina a la espera de viajar a Uruguay para enrolarse con Deportivo Maldonado. El acuerdo de palabra es real y sólo resta el aval de Colón de Santa Fe, club del que no se fue bien y que ahora podría trancarle algunas semanas la posibilidad de firmar como libre en otro equipo.
“No podemos confirmarlo oficialmente porque todavía no hay un acuerdo formal. Sí hay conversaciones avanzadas y algunas gestiones de palabra que coinciden como para que se pueda hacer el vínculo”, explicó Ignacio Borjas, gerente deportivo del equipo fernandino, al programa ‘Hombres de fútbol’ de Radio 1010.
“Todavía hay aspectos formales como la firma del contrato y algunos temas reglamentarios que estamos tratando de resolver. Si todo eso llega a buen puerto, la idea es que él pueda integrarse al plantel ya de manera oficial”, señaló Borjas, quien reconoció que el futbolista sigue en su país entrenando y esperando para viajar.
“Lo primero que falta es la firma del contrato. Hasta que la firma no esté puesta, estas cosas siempre quedan en el aire. Hay un aspecto sobre su situación formal. Su último equipo fue Colón y la finalización del vínculo no vino con una fecha determinada de contrato, sino por un tema de conflicto”, explicó.
“Esas rescisiones unilaterales necesitan un aval y hasta que no tengamos físicamente ese aval para su situación de libertad no podemos generar su llegada, porque debe ser jugador libre antes del 28 de abril. Cuando tengamos eso, podremos oficializar la contratación”, agregó Nacho Borjas.
“La principal razón por la que Lucas accedió a jugar en Deportivo Maldonado es por su deseo de jugar en Uruguay. Nosotros fuimos un poco persistentes en la gestión después de haber tenido un acercamiento. Formalizamos una oferta y a partir de ahí se empezó a trabajar con su representante”, narró.
” “Primó su deseo de jugar en Uruguay. Hubo varios clubes que estuvieron interesados en esta posibilidad pero tenemos la suerte de que optó por nosotros”, agregó Borjas, y reconoció que la llegada de Viatri se gestó a partir de la imposibilidad de renovar el préstamo de Facundo Batista, que vencerá el 30 de junio.