Este miércoles, el presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, fue sancionado por un mes por el Tribunal de Ética de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) luego de una denuncia de Audaf (Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol).
En un principio se entendió que, con esta sanción, el mandatario no podría ingresar a ningún partido del club, pero Julio Trostchansky, delegado del club, explicó la situación en diálogo con el programa 100% deporte de radio Sport 890.
“Es penoso que se llegue a esta resolución. Es una sanción inédita. Más allá de las diferencias de pensamiento, expresar o defender los intereses del club, si no hay agravios, la libertad de expresión debería primar por encima de cualquiera”, comenzó diciendo.
Añadió que “parece que en nuestro país hay un grupo de personas que tienen la posibilidad, la capacidad y la anuencia en la estructura de la AUF, de censurar y no permitir que el presidente del club más importante del país pueda expresar lo que piensa sobre lo que ve todos los domingos en la cancha”.
Con respecto a la sanción, comentó: “Tenemos algunas dudas, por lo que en los próximos días vamos a pedir una ampliación del alcance de la resolución. Se entiende que la sanción alcanza la representación del presidente en los ámbitos de la AUF, en la que se incluyen los partidos, pero, sin usufructuar los derechos que le dan ser presidente, podría entrar como ciudadano común”.
“La resolución hace referencia a un artículo que habla de la posibilidad de sancionar, pero no hay ninguna referencia que hable del alcance”, dijo, y siguió: “Si existe la posibilidad de que el presidente esté en los partidos, buscaremos el mecanismo para que eso suceda”.
“Ya realizamos nuestro descargo previo a la toma de la resolución, y creemos que difícilmente tenga un retroceso, por lo tanto, vamos a ir por el lado de una objeción”, concluyó el delegado.