José Decurnex, presidente de Nacional, explicó los hechos que precedieron al 0-0 frente a Atlético Nacional de Medellín en la ciudad colombiana de Pereira, donde se vivieron momentos de tensión por la aparición de manifestantes que estaban dispuestos a forzar la suspensión del encuentro bloqueando la salida del equipo uruguayo del hotel. Si bien no viajó con el contingente tricolor, estuvo en permanente contacto durante la previa.
En diálogo con el programa ‘100% Deporte’ de Sport 890, el máximo directivo albo habló del “momento de frustración y de angustia” que se vivió ante la “pasividad absoluta de parte de las autoridades locales”, y aclaró que la postura del club nunca fue no presentarse, más allá de lo que opinaban “autoridades de la Conmebol diciendo que Nacional no quería jugar”. “Una hora y media antes del partido teníamos una balacera en la puerta del hotel y fuerzas de choque con más de 25 militares adentro”, argumentó.
“Se vivió un clima muy complejo. Se veía que por un tema estrictamente de seguridad no se podía salir del hotel. Así se lo trasladó Nacional a autoridades de la Conmebol casi cinco horas antes del inicio del partido para que pudiéramos tener la seguridad que se nos había prometido antes de viajar a Colombia. Ahí es donde está el primer error; fijar estos partidos en Colombia. Se ve que las noticias hay lugares de Latinoamérica a los que no llegan”, lamentó, y recordó que Nacional advirtió por este tipo de situaciones a la Conmebol la semana pasada.
“No era un contexto normal. La vida está por arriba de la pelota”
Decurnex añadió que “Nacional siempre tuvo claras sus prioridades, que eran preservar a su delegación”, y reiteró que “la única razón por la que Nacional no estaba dispuesto a jugar el partido es porque no podía salir del hotel”. “La utilería intentó salir tres horas antes, como se hace en este tipo de partidos, y se nos pidió que saliéramos por el garaje; una cosa ridícula. ¿Qué hubiese sucedido si después pasaba algo? ¿Quién se hacía responsable?”, añadió.
“Que me expliquen cómo a las 18:15 de Colombia (20:15 de Uruguay) un contingente armado hasta los dientes de militares antichoque y antivandálico se presentan en el hotel, donde 20 minutos después los ómnibus tendrían que haber estado en la puerta y lo que se escuchaba eran balazos. Cinco minutos después de eso nuestro jefe de seguridad quiso salir para ver cuál era la situación y lo pararon diciendo que por un problema de seguridad no podía salir. Los ómnibus estaban a dos cuadras y no se animaban a llegar. Tenemos todo grabado”, expresó.
“Si alguien me dice que ese era un contexto normal para jugar un partido de fútbol, la directiva de Nacional tiene muy claro que no lo es y va a respaldar a los integrantes de la delegación que estaban ahí. En ningún momento, cualquiera fuera el resultado de sanciones, Nacional iba a ir al estadio a jugar un partido si no estaban las condiciones dadas. Para nosotros la vida de las personas está por arriba de la pelota de fútbol”, añadió.
Cuando se le preguntó si “para algunos no” fue así, se manifestó de forma muy clara: “Sentí que para muchos no. Que se ponga el saco a quien le quepa. Hay varios talles. Nacional quedó absolutamente solo. Es una cosa inédita en los años de vida que llevo mirando fútbol, y eso que sabemos lo que pasaba en la Copa Libertadores de antaño”, señaló.
Les dieron las garantías cinco horas después
Cuando se le preguntó por qué Nacional resolvió presentarse después de advertir a las autoridades de la Conmebol que “no estaban dadas las garantías” para hacerlo, fue claro: “Porque en ese momento sucedió lo que tendría que haber sucedido cinco horas antes; se disuadió la manifestación, se llevó a la gente que estaba agolpada en el hotel a otro lugar y se generó un corredor de seguridad, como se nos había prometido desde un inicio. Si la manifestación seguía ahí, Nacional no jugaba”.
“Nosotros avisamos cinco horas antes que no estaban dadas las garantías. No fue un capricho de Nacional. Lo que hicimos fue constatar un hecho que era obvio y claro. ¿Qué hubiera sucedido si pasaba algo? ¿Quién levantaba la mano y se hacía cargo de las cosas?”, señaló, y volvió a lamentar que “se intentó articular una teoría de que lo que Nacional estaba diciendo no era la realidad”, lo cual le causó “asombro”.
Además, dijo que “nadie de Atlético Nacional, ni autoridades, ni jugadores ni gente del club se acercaron al hotel”. “Una persona de ellos le dijo a Iván Alonso que la situación era totalmente normal. Seguramente así lo fuera en el hotel de ellos, pero no en el nuestro”, añadió, y recordó que Nacional “siempre estuvo dispuesto a jugar el partido donde y cuando se hiciera”.
La Conmebol y la AUF
“El partido de River en Barranquilla tuvieron que pararlo. Me sorprende que (la Conmebol) se tome tan a la liviana y que no se sopesara la problemática por la que podían pasar estas delegaciones”, agregó Decurnex, quien no llegó a hablar con Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol. “Cada uno toma sus decisiones de acuerdo a lo que entiende que es el mejor interés de la organización que preside”, señaló.
El máximo directivo tricolor aclaró que sí “hubo charlas” con autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol, por quienes se sintió “respaldado, aunque no era decisión de ellos”. “El presidente de la AUF, que fue con quien hablé durante cuatro horas y a quien le manifesté el sentir de Nacional, en todo momento intentó acercar las partes y resolver un problema que no tenía solución porque la situación ya estaba generada”, señaló.
Dijo que tenía muy clara la normativa y las posibles sanciones de parte de la Conmebol al momento de decirle que no saldría del hotel, y recordó que “en un momento se prohibió filmar” a los integrantes de la delegación. “Nos sacaron a empujones de todas las terrazas porque teníamos todo el material gráfico para presentar”, agregó.
“Tiene que haber una mirada de todas las partes porque no vale todo para jugar un partido de fútbol y eso Nacional lo tiene clarísimo y lo demostró ayer. Si hay algo con lo que me quedo tranquilo es con todo lo que hizo el club para salvaguardar la integridad de su delegación”, finalizó.