Luego de muchas idas y vueltas, nombres que rondaron, se sondearon y hasta se hicieron tratativas, quedó definida la continuidad de Martín Lasarte al frente de Nacional para la temporada 2025.
Luego de las elecciones que consagró a la fórmula de Ricardo Vairo y Flavio Perchman con su lista opositora como la ganadora, el primer nombre que surgió fue el de Jorge Bava, que tras la decisión de Nicolás López de no jugar bajo su mandato, se terminó bajando.
En la vecina orilla, Alexander Medina y Marcelo Méndez fueron sondeados, pero decidieron permanecer en Talleres de Córdoba y Gimnasia y Esgrima La Plata.
Luego fue el turno de Marcelo Broli, que está a cargo de la selección sub-23 de los Emiratos Árabes Unidos, pero las diferencias económicas abismales cerraron esa puerta.
Jadson Viera, entrenador de Boston River que fue tercero en la Anual del actual Uruguayo y que además tuvo un pasaje como jugador por Nacional, pasó a ganar créditos, pero sorpresivamente este jueves terminó por confirmar su continuidad en el Sastre.
Estos reveses hicieron que la nueva directiva tricolor optara por mirar puertas adentro y pensar en la continuidad de Martín Lasarte, que si bien para algunos ya tenía su ciclo cumplido, otros lo veían como opción certera para mantenerse en el club.
Una primera reunión para acercar las partes con Vairo, Alex Saúl y Javier Gomensoro con el DT, comenzó a allanar el camino. Sobre la tarde, otro mitin, ahora con Flavio Perchman, encargado de toda la parte deportiva, terminó de sellar lo que muchos esperaban y es que los albos mantuvieran a su DT.
De esta forma Martín Lasarte firmará contrato por una nueva temporada, manteniendo además su cuerpo técnico con Mauricio Victorino y Esteban Conde como ayudantes y Marcelo Tulbovitz como preparador físico.
Ahora comenzará el trabajo con la toma de decisiones entre renovaciones y futbolistas que serán dejados en libertad, con aquellos que se negociará para traer como refuerzos y algunas piezas que se buscará retener.
Lasarte, tricampeón del Uruguayo con los albos, apostó a quedarse en el club más allá de las formas, que no fueron las mejores y una amistad con Perchman que no pasa por su mejor momento. Un desafío deportivo que tiene además el aditivo de tener que volver a enamorar a los hinchas.