Luis Suárez está recorriendo en la Copa América de Estados Unidos su recta final con la selección uruguaya y así lo da a entender, recordando con nostalgia algunos momentos de su exitosa carrera con el combinado, sus compañeros y momentos que lo marcaron, y asumiendo un rol de “cacique” en una tribu de muchos jóvenes talentosos.

“Cada grupo es diferente y tiene su forma de ser”, mencionó el salteño, para comentar: “Este es espectacular, somos 26 jugadores, más los sparrings, y todos vivimos y nos tratamos de la misma manera, lo cual es muy importante”.

“La sensación que me generó ver la cara feliz de los compañeros el día que llegué a la concentración me hizo emocionar. Es un orgullo que te vean y estimen de esa forma, demostrando su cariño”, señaló.

“Hay muchas cosas que estoy viviendo que son increíbles. A la mayoría le saco 10 años de diferencia. Es más, hace un rato comentaba que Manuel Ugarte es del 2002 y yo debuté en 2007 [en selección], imaginate”, dijo con una sonrisa, y prosiguió: “Ellos me vieron en mi plenitud con la selección. Me imagino su cabecita, porque yo la viví igual con mis referentes. Estoy disfrutando cada momento con estos nenes”.

La celeste de antes

Durante la conferencia de prensa, el Pistolero utilizó varias referencias a la era Tabárez para explicar situaciones, como por ejemplo la importancia que tiene cada jugador en un plantel.

“Recuerdo en la Copa América del 2011 [Uruguay fue campeón], donde Andrés Scotti y Mauricio Victorino eran el tercer, cuarto o quinto suplente, ya que los titulares eran [Diego] Godín y [Diego] Lugano. Los dos terminaron definiendo una tanda de penales en cuartos de final contra Argentina, algo que no estaba en los planes”, rememoró, para contextualizar: “Eso quiere decir que todos tienen que estar preparados ya que le puede tocar a cualquiera, estar anímicamente bien. Demostrar de estar feliz y contento de estar en la selección, sumar y apoyar a cada compañero”. 

Y ante el pedido de tres grandes partidos en su carrera con la Celeste, expresó: “Es imposible, son muchos los grandes momentos que viví en la selección, y sigo viviendo. Debutar con la selección aquel día del 2007 en Cúcuta ante Colombia, un anhelo que tenía desde niño, cuando soñaba con ser Francescoli y jugar con la Celeste. Me puse la 10 y me echaron”, comentó ante la risa de todos los presentes.

“Fue un sueño hecho realidad también debutar en una Eliminatoria, hacer un gol, el primer gol en un Mundial, el partido con Corea del Sur, el de Ghana con la mano para salvar a la selección [ambos en Sudáfrica 2010], el de la final de la Copa América 2011, los cuatro goles a Chile [Eliminatoria 2014], los de Inglaterra [Brasil 2014]. Son muchos momentos”, cerró.