“Nosotros la otra vez nos comimos seis y nos fuimos calladitos la boca”, dijo Alejandro Apud, entrenador danubiano, tras la reyerta..

“Nosotros la otra vez nos comimos seis y nos fuimos calladitos la boca”, dijo Alejandro Apud, entrenador danubiano, tras la reyerta.

Nacional empató sin goles este miércoles frente a Danubio en el Parque Viera y le dejó el título del torneo Clausura y, por consiguiente, del Campeonato Uruguayo, a Peñarol, que podría ser campeón el próximo domingo en el estadio Campeón del Siglo frente a Fénix, salvo milagro tricolor.

Toda esa situación de nerviosismo por estar hipotecando el año llevó a protestas vehementes de los jugadores de Nacional contra Leodán González al término del partido. A un minuto del final se le fueron arriba al árbitro por un tiro de esquina que no cobró y segundos más tarde pidieron una falta contra Sebastián Coates.

En esa acción, el zaguero saltó junto a Matías Fracchia y chocaron cabezas. La imagen resultó impactante porque inmediatamente se le formó un chichón al futbolista albo. Esa situación de protesta duró unos segundos y se prolongó tras el pitido final.

Foto: Captura Twitter

Foto: Captura Twitter

Cuando terminó el partido, los ánimos se caldearon y explotó todo. Además de las protestas de los jugadores que estaban en cancha, Leandro Lozano, que no estaba convocado por encontrarse lesionado, ingresó al terreno de juego de particular e increpó al juez. Luego hubo un pequeño tumulto entre futbolistas y los ánimos se calmaron.

Según informaron en la transmisión de radio Carve Deportiva, no hubo expulsados porque los árbitros entendieron que fue una “escaramuza”, mientras que Lozano, que no podía ser expulsado por no estar en el formulario del partido, será denunciado por su ingreso a la cancha a increpar.

Alejandro Apud, entrenador de Danubio, dijo sobre lo sucedido a VTV: “Es normal el enojo, se estaban jugando el campeonato. Todavía les queda una fecha, pero es lógico que se salga toda esa bronca. Nosotros solo intentamos separar, que se calmaran los ánimos y se fueran todos tranquilos. Nosotros la otra vez nos comimos seis y nos fuimos calladitos la boca. Se gana, se pierde o se empata; nosotros solo quisimos calmar los ánimos”.

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