El festejo de los pocos hinchas de Danubio que estuvieron presentes en el Gran Parque Central generó malestar en los dirigentes de Nacional, quienes denunciaron ante la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) roturas en un tejido y un poste.
Los daños se ocasionaron tras el primer gol franjeado el pasado sábado, en lo que fue triunfo 2-0 a domicilio. Facundo Labandeira abrió el score sobre el arco de la tribuna Héctor Scarone y de los 30 que estaban en la Delgado (habilitados a ingresar por estar en la lista que se presenta ante la AUF), hubo cinco que se colgaron del tejido.
Consultado al respecto, Arturo del Campo dijo al programa Último al arco, de Sport 890, que al ver las imágenes llamó al delegado de su club “para que se comunique con Campos, el delegado de Nacional”, y así ponerse “a disposición” y reparar las roturas.
“Creo que estamos hilando muy fino. Lo que se muestra son 20 segundos, en los cuales los jugadores se acercan al alambrado y los que estábamos ahí nos acercamos a gritar el gol con ellos. El día que matemos eso del fútbol, matamos todo”, expresó.
“Hubo tres o cuatro personas que se agarraron del alambrado y una que se subió. Eso hizo que un poste cediera y se quebrara. La roturas de la que hablamos es un poste, en un gesto lindo como es gritar un gol. No da para mucho más. Danubio lo va a pagar”, aclaró.
“Que nos digan cuánto es y Danubio se hará cargo. No estamos hablando de agresiones ni de actos feos; estamos hablando de un grito de gol en el que la pasión desbordó a algunos compañeros”, dijo, y aclaró que “había 30 personas, no 50 ni 100”, y que “no había barras bravas”.
“Toda es agente entró respetando un protocolo y mostrando el celular. Todos cumplen diferentes funciones en el club, sea en el fútbol femenino, el rugby, la logística o comunicación, además de los dirigentes. Que Nacional se quede tranquilo. Lo vamos a pagar”, agregó. La cifra no alcanza los 14.000 pesos.
“Hace poco tiempo fue un equipo supuestamente serio a Jardines y cuando se fue me dijeron que las paredes del vestuario estaban pintadas con dry-pen con las jugadas de ataque, cuando tenemos un pizarrón específico para eso. No se me ocurrió llamar y decir ‘hay que pintar, son 2.000 pesos’. No me gustó y no me pareció una actitud de respeto para las instalaciones del club, pero quedó ahí”, concluyó.