La
Audiencia de Barcelona envió a juicio al exfutbolista del FC Barcelona Dani
Alves por un delito de agresión sexual, acusado de violar a una joven en el
reservado de una discoteca de Barcelona a fines de diciembre pasado.
En un auto, la sección 21ª de la Audiencia confirma el
procesamiento del ex internacional brasileño, al concluir que las declaraciones
de la víctima y los testigos, así como las pruebas periciales, sustentan
suficientes indicios para enviarlo a juicio por un delito de agresión sexual.
Con esta resolución, se abre un plazo de cinco días para que
la Fiscalía y la acusación particular ejercida por la víctima presenten sus
escritos de calificación, último trámite antes de fijar la fecha del juicio.
La titular del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona
procesó a Alves en julio, en una resolución en la que ratificó su situación de
prisión preventiva en la que se encuentra tras ser detenido por los Mossos
d'Esquadra acusado de violar a la joven de 23 años en el reservado de la
discoteca Sutton el pasado 30 de diciembre, y le impuso una fianza de 150.000
euros para cubrir una eventual indemnización a la víctima.
La
defensa pidió nulidad
La defensa de Alves, que desde octubre pasado ejerce Inés
Guardiola, pidió la nulidad de la causa al considerar que las filtraciones
sobre la investigación habían vulnerado su presunción de inocencia, que se
habían obviado de forma “interesada y torticera” los elementos que ponían en
duda la denuncia de la víctima y que la juez había perdido la “neutralidad”
debido al “juicio paralelo” al exfutbolista en los medios de comunicación.
“Cuando la difusión mediática lo es a gran escala, la
contaminación de la investigación judicial se vuelve irremediable e
irreversible, siendo la vulneración de los derechos fundamentales que asisten
al investigado insubsanable”, apuntaba el recurso de la defensa de Alves.
La Audiencia de Barcelona reconoce que las causas que afectan
a personajes públicos tienen una “indudable repercusión mediática” y que en los
medios se pueden verter opiniones que atenten contra la presunción de inocencia
“en su vertiente extraprocesal”, si bien concluye que ello no afecta al proceso
judicial y precisa que la vía para resolverlo sería el ámbito de protección del
derecho al honor.
En su auto, la Audiencia lamenta las filtraciones y los “juicios
paralelos”, pero insiste en que ello no puede comportar la nulidad de la
instrucción, ya que no tienen una “incidencia directa” en el proceso judicial.
También sostiene que la defensa, pese a sus críticas a la
instructora, no ha pedido su recusación ni ha aportado pruebas de que su
supuesta imparcialidad se plasmara en el proceso, sino al contrario, ya que
recuerda que la magistrada aceptó todas las diligencias que solicitó esta parte
durante la investigación.
Sobre la petición de la defensa de anular el reconocimiento a
la víctima, efectuado el pasado 11 de julio, al no poder intervenir el perito
que designaron, la Audiencia lo remite a las cuestiones previas al inicio del
juicio oral.
Los
hechos
La juez de instrucción procesó a Alves al concluir que
existen “indicios racionales suficientes” para “suponer” que Alves estuvo
bailando con la víctima y que el exfutbolista, en dos ocasiones, le tomó la
mano y se la puso en su pene, ante lo que la chica la retiró ambas veces.
Posteriormente, desde la puerta que daba a un pequeño lavabo
de uso exclusivo para la zona VIP, Alves llamó a la chica y, cuando la joven
acudió, tiró con fuerza de ella, ante lo que la víctima le decía que se
detuviera, que la dejara salir y que se quería ir.
Pese a ello, según la jueza, Alves no hizo caso, le subió el
vestido, hizo que se sentase sobre él, le tomó la parte posterior de la cabeza
y la tiró al suelo -lo que le causó a la chica una herida en la rodilla-, para
intentar que le practicara una felación, aunque no lo logró, lo que “enfureció”
al futbolista.
Ante esta situación, según el auto de procesamiento, el brasileño
pegó “varias bofetadas” en la cara a la víctima, la puso de espaldas contra el
pequeño lavamanos, frotó su pene contra su cuerpo y, finalmente, la penetró “de
manera violenta”.
Dani
Alves dio cuatro versiones distintas
Durante la instrucción, Alves ofreció ante la justicia hasta
cuatro versiones distintas: primero alegó que no conocía a la víctima, admitió
después que coincidió con la joven en el baño de la discoteca sin que sucediera
nada entre ellos y, cuando la jueza confrontó sus explicaciones con las pruebas
biológicas, sostuvo que la chica le había practicado una felación, de forma
consentida.
Posteriormente, en abril pasado, cuando ya se conocían los
resultados de las pruebas biológicas que hallaron restos de semen de Alves en
las partes íntimas de la víctima, el futbolista volvió a declarar ante la
instructora a petición propia y admitió que había mantenido relaciones sexuales
consentidas y que al principio mintió para ocultar su infidelidad a su mujer.
EFE / FútbolUy